El techo blanco es cosa del pasado: 3 alternativas de decoración
Durante décadas, el techo de color blanco ha sido el estándar inamovible en el diseño de interiores, concebido como una solución neutra para aportar luminosidad y una sensación de altura. Sin embargo, la decoración contemporánea ha roto con esta convención, reconociendo el techo como una quinta pared con un potencial estético inexplorado.
El año 2026 marca el auge de tratamientos innovadores que buscan convertir esta superficie olvidada en un elemento focal y distintivo del espacio. Explorar estas nuevas alternativas es clave para quienes desean inyectar profundidad, carácter y un toque de diseño vanguardista a sus hogares a través del techo.
El techo blanco no va más
Una de las tendencias más audaces y populares es la aplicación de paletas que envuelven el ambiente con colores intensos. Tonos dramáticos como el azul petróleo, el terracota oscuro, el verde bosque o el gris carbón se han posicionado como favoritos indiscutibles. Estas gamas intensas y saturadas trabajan para crear un clima visualmente más cálido y reconfortante. Pintar el techo de un color oscuro no solo genera una atmósfera de intimidad, sino que también reduce ópticamente la altura del espacio, logrando ambientes que se sienten más recogidos y acogedores.

Para aquellos que buscan una renovación menos radical pero igualmente impactante, la solución se encuentra en el uso de gamas cálidas para una sensación más amable. Esta alternativa es ideal para quienes prefieren mantener la luminosidad sin caer en el blanco tradicional. Tonos como los beiges tostados, arenas suaves, manteca cremoso o rosados pálidos son los protagonistas de esta paleta en el techo. Estos colores sutiles aportan una luz cálida y una impronta natural muy valorada, encajando a la perfección en hogares que adoptan una estética mediterránea, orgánica o wabi-sabi en su diseño interior.

La tercera tendencia se enfoca en la incorporación de materiales y relieves artesanales, llevando la textura al plano superior. El 2026 impulsa soluciones que visten el techo con acabados que van desde láminas de madera natural, hasta la inclusión de fibras vegetales o la aplicación de microcemento y estucos con cuerpo. Estos materiales otorgan un plus estético y una sensación táctil a la vista. Son particularmente eficaces en ambientes de estética minimalista, donde el techo texturizado puede otorgar toda la personalidad al espacio sin necesidad de recargar el resto de la decoración con objetos o muebles.