Paso a paso: qué hacer si te da un golpe de calor
El calor extremo es un desafío para el organismo, pudiendo llevar no solo a un golpe de calor sino también a peligrosas caídas de presión arterial, conocidas como hipotensión por calor. Saber cómo actuar ante estos episodios es crucial para salvaguardar la salud.
La prevención es siempre la mejor defensa, y el primer paso fundamental es asegurar una correcta hidratación ante un golpe de calor. Esto implica mucho más que simplemente beber agua, ya que el cuerpo también necesita reponer los electrolitos que se pierden con el sudor para mantener el equilibrio interno y el buen funcionamiento cardiovascular.
Qué hacer ante un golpe de calor
La estrategia de hidratación ante un golpe de calor debe ser integral e incluir alimentos ricos en minerales esenciales. Frutas como el melón, la sandía, el plátano y el albaricoque, junto con verduras de hoja verde como la espinaca y la acelga, son excelentes fuentes de sodio, potasio y magnesio. Estos electrolitos son vitales para regular la presión sanguínea y la función muscular. Complementar la dieta con legumbres y cereales integrales como la avena o el arroz integral también aporta minerales y vitaminas que favorecen la circulación y ayudan a prevenir el colapso vascular en climas cálidos.

Una medida clave para evitar el golpe de calor es prevenir activamente el sobrecalentamiento corporal. Los expertos son enfáticos en aconsejar no exponerse al sol durante las horas pico de calor, generalmente entre las 12:00 y las 16:00 horas. Para las salidas necesarias, se recomienda usar ropa holgada y de tonos claros que reflejen la luz solar en lugar de absorberla. Permanecer en ambientes ventilados y recurrir a duchas frías o la aplicación de paños húmedos sobre la piel son métodos efectivos y rápidos para reducir la temperatura corporal.

En el caso específico de personas que pasan mucho tiempo de pie—una posición que favorece el estancamiento de sangre en las extremidades—, la precaución ante un golpe de calor debe ser doble. Bajo indicación médica, el uso de medias de compresión graduada puede ser un valioso aliado. Estas prendas ayudan a mejorar la circulación venosa, contrarrestando el efecto de la gravedad y evitando la acumulación de sangre en las piernas, lo cual puede desencadenar o agravar un cuadro de hipotensión. No obstante, es imprescindible que su uso sea previamente indicado por un médico para asegurar que son adecuadas para la condición de cada persona.