Paso a paso: qué hacer si se te mordió una víbora
El encuentro con una víbora puede ser una experiencia aterradora, y sus consecuencias pueden ser graves para la salud si el animal es venenoso. Si bien solo cerca del 15 por ciento de las serpientes del mundo son capaces de inocular veneno, sus mordeduras exigen una acción inmediata.
Los síntomas iniciales son vitales para identificar el riesgo, manifestándose como enrojecimiento, hinchazón y dolor agudo en la zona afectada en los primeros minutos. Con el paso de las horas, estos signos pueden escalar a problemas sistémicos como náuseas, dificultad para respirar, debilidad o una extraña sensación en la boca, indicando la necesidad urgente de atención médica tras la mordedura de la víbora.
Qué hacer si me mordió una víbora
Ante cualquiera de estos síntomas o la certeza de la mordedura de una víbora, la primera y más importante acción es llamar inmediatamente al 911 o al servicio de emergencias local. Después de asegurar la ayuda profesional, la prioridad es alejarse del lugar del ataque para evitar otra mordedura. Es absolutamente fundamental mantener la calma y evitar cualquier movimiento brusco o esfuerzo físico, ya que la actividad aumenta la circulación y acelera la dispersión del veneno. La persona afectada debe moverse lo menos posible para minimizar el riesgo.
Mientras llega la ayuda, es crucial tomar medidas preventivas sobre la zona afectada por la víbora. Se debe retirar cualquier objeto ajustado —como anillos, relojes, pulseras o prendas de vestir apretadas— antes de que comience la inevitable hinchazón. A continuación, hay que limpiar suavemente la herida con agua y jabón para prevenir infecciones secundarias. La herida debe cubrirse con una gasa limpia y seca, sin aplicar ninguna presión. Finalmente, la persona mordida debe permanecer sentada o recostada, manteniendo la zona afectada en una posición neutra y cómoda, idealmente al nivel del corazón.
Los especialistas son claros al advertir sobre una serie de prácticas obsoletas y peligrosas que deben evitarse por completo ante la mordedura de una víbora. Nunca se debe aplicar hielo sobre la herida, ni ingerir sustancias que puedan alterar el organismo, como alcohol, cafeína o medicamentos anticoagulantes o analgésicos como la aspirina o el ibuprofeno. De igual modo, está prohibido cortar la herida, intentar succionar el veneno o, bajo ninguna circunstancia, colocar torniquetes. Estas acciones no solo son ineficaces, sino que pueden empeorar la lesión local o provocar hemorragias y necrosis tisular.
