Lo dicen especialistas: qué sucede al colocar lavanda y romero debajo de la almohada
El interés por el descanso y la calidad del sueño ha crecido notablemente en un contexto de hiperconexión y estímulos constantes. Estas condiciones favorecen la aparición de trastornos del sueño que, en muchos casos, pueden aliviarse con recursos naturales como los aromas de lavanda o romero, utilizados desde tiempos antiguos en prácticas ligadas al bienestar emocional.
¿Por qué colocar lavanda y romero bajo la almohada?
Colocar esencias bajo la almohada es una costumbre tradicional que en los últimos años comenzó a recibir respaldo científico. Distintas investigaciones han demostrado que estas fragancias generan efectos positivos en el organismo, favoreciendo la relajación y una mejor disposición para dormir.

En particular, el aceite esencial de lavanda ha mostrado capacidad para disminuir la ansiedad y promover la calma gracias a su influencia en el sistema nervioso, mientras que el romero, rico en compuestos antioxidantes y neuroprotectores, puede contribuir a despejar la mente y mejorar el estado de ánimo antes de descansar.
Aromatizar la almohada con gotas de estas esencias o tener plantas en la habitación son formas sencillas de incorporar sus beneficios. Sin embargo, es importante subrayar que se trata de un recurso complementario dentro de los hábitos saludables y que no reemplaza un tratamiento médico en casos de insomnio o trastornos severos.
¿Cómo mejorar los hábitos de sueño?
Para mejorar los hábitos de sueño resulta esencial mantener una rutina regular, acostándose y levantándose a la misma hora cada día, lo que ayuda a sincronizar el reloj biológico y favorece un descanso de mayor calidad. Preparar el cuerpo antes de dormir también marca la diferencia: actividades relajantes como darse un baño, leer, escuchar música suave o practicar técnicas de respiración profunda contribuyen a generar un estado de calma previo al descanso.

Del mismo modo, es importante cuidar el entorno del dormitorio, procurando que sea oscuro, fresco y silencioso, ya que la oscuridad estimula la producción de melatonina, la temperatura adecuada regula el cuerpo y la ausencia de ruidos evita interrupciones en el sueño. Otro aspecto fundamental es reducir el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse, porque la luz azul de las pantallas interfiere en los procesos naturales del sueño.