La postura de yoga que libera los hombros y la espalda
El ritmo acelerado de la vida moderna, las largas horas de trabajo y las malas posturas frente a la computadora son los principales causantes de que la tensión se acumule en la parte superior del cuerpo. A menudo, esta carga se manifiesta en dolores persistentes en los hombros, el cuello y la espalda, afectando no solo la salud física, sino también la mental. Por suerte, el yoga ofrece una solución simple y efectiva: la postura del niño, una asana que ayuda a liberar esas tensiones de manera profunda y restauradora.
Esta postura de yoga es mucho más que un simple estiramiento físico para la espalda; es un ejercicio que fomenta la conexión entre el cuerpo y la mente. Al apoyar la frente sobre el suelo, se calma el sistema nervioso, se reduce el estrés y la ansiedad y se genera una sensación de paz interior. Es por esta razón que se utiliza con frecuencia como una pausa de descanso en medio de una rutina de yoga, o al final de la práctica, para centrar la mente y prepararse para la meditación.
La postura de yoga para la espalda
La postura del niño es un ejercicio de yoga que se enfoca en la relajación y el descanso. Para realizarla, se comienza arrodillándose sobre la esterilla de yoga, con las rodillas separadas al ancho de las caderas y los dedos gordos de los pies tocándose entre sí. A continuación, siéntate suavemente sobre los talones, preparando el cuerpo para el estiramiento. Esta posición inicial establece la base para un estiramiento suave y controlado que beneficia múltiples zonas del cuerpo.
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Una vez en la posición inicial, el siguiente paso es bajar lentamente el torso y redondear la espalda. Es crucial exhalar mientras te pliegas hacia adelante, permitiendo que el pecho se acerque a los muslos y la frente descanse cómodamente sobre el suelo. Esta suave flexión hacia adelante permite que la columna vertebral se alargue y se relaje. Los brazos pueden extenderse hacia adelante, con las palmas de las manos hacia abajo, o descansar a lo largo del cuerpo con las palmas hacia arriba. Ambas opciones en el yoga tienen efectos beneficiosos para el cuerpo.

Uno de los mayores beneficios de la postura del niño en el yoga es su capacidad para liberar la tensión acumulada en los hombros y la espalda. Al plegar el cuerpo hacia adelante, se crea un estiramiento suave que alarga la columna vertebral y descomprime las vértebras, lo que alivia el dolor de la parte baja y media de la espalda. La posición de los hombros, relajados y hacia el suelo, ayuda a liberar la rigidez y el dolor causado por el estrés y la mala postura.