La función que seguro usas todos los días en tu celular pero que daña la salud

Existen miles y miles de técnicas que las personas utilizan para mejorar la salud. Muchos optan por seguir la corriente farmacéutica, mientras que otra tendencia apunta a informarse de una forma más natural. En ese último mundo, hay que saber sobre una función del celular que puede ser sumamente nociva.

Descansar bien mucho a mejorar la salud. Hacerlo en forma diario puede mejorar notablemente la situación de los individuos proporcionándole datos y herramientas ventajosas. Si eres de ellos, debes conocer el consejo de los expertos sobre la función que seguro usas todos los días en tu celular pero que daña la salud.

El celular contra la salud

En la era digital, el teléfono móvil se ha convertido en una herramienta multifuncional indispensable, acompañándonos incluso a la cama. Una de sus funciones más cotidianas es la de despertador, una práctica aparentemente inofensiva pero que, según los expertos, puede estar dañando nuestra salud de formas sutiles pero significativas. Utilizar el celular para iniciar nuestro día podría estar interfiriendo con la calidad de nuestro sueño y nuestra salud general.

Uno de los principales problemas en la salud radica en la tentadora función de "posponer" o "snooze". Si bien esos minutos extra de sueño pueden parecer placenteros, interrumpen abruptamente el ciclo de sueño REM, una fase crucial para la consolidación de la memoria y un descanso verdaderamente reparador. Al fragmentar este proceso natural, es común experimentar al despertar una sensación de fatiga persistente y confusión mental, lo que afecta negativamente nuestro rendimiento diario.

Otro factor perjudicial para la salud es la exposición a la luz azul emitida por las pantallas de los dispositivos móviles. Esta luz tiene la capacidad de inhibir la producción de melatonina, la hormona encargada de regular nuestros ciclos de sueño-vigilia. Utilizar el celular justo antes de dormir, ya sea configurando la alarma o revisando notificaciones, puede dificultar conciliar el sueño y, a largo plazo, reducir su calidad, impactando nuestra salud física y mental.