Está en tu heladera y no lo sabías: el alimento secreto para tener un buen dormir
Existen miles y miles de técnicas que las personas utilizan para mejorar la salud. Muchos optan por seguir la corriente farmacéutica, mientras que otra tendencia apunta a informarse de una forma más natural. En ese último mundo, hay que saber sobre un alimento que es clave para tener un buen dormir.
Descansar bien mucho a mejorar la salud. Hacerlo en forma diario puede mejorar notablemente la situación de los individuos proporcionándole datos y herramientas ventajosas. Si eres de ellos, debes conocer el consejo de los expertos en salud sobre el alimento secreto para tener un buen dormir.
La salud para dormir bien
Un reciente estudio de la Universidad Tecnológica Atlántica de Donegal, liderado por Rónán Doherty y publicado en la revista Nutrients, reveló un hallazgo sorprendente para la salud. Consumir dos kiwis una hora antes de acostarse durante tan solo cuatro semanas mejoró significativamente la calidad y la duración del sueño en deportistas de alto rendimiento.
Los beneficios del kiwi no se limitaron solo al descanso de la salud. Los atletas que participaron en el estudio también experimentaron mejoras notables en su recuperación física y una reducción en sus niveles de estrés general y estrés deportivo. Los investigadores atribuyen estos efectos a la rica composición nutricional del kiwi, especialmente a sus altos niveles de melatonina, serotonina y antioxidantes. Estas sustancias juegan un papel crucial en la regulación del ritmo circadiano, la lucha contra la inflamación celular y la mejora del estado de ánimo.
Otro estudio relevante, realizado por la Facultad de Nutrición y Ciencias de la Salud de la Universidad Médica de Taipei y publicado en PubMed, respaldó estos hallazgos. Esta investigación demostró que las personas que incorporaron dos kiwis a su rutina nocturna experimentaron un aumento en el tiempo total de descanso y una mayor eficiencia del sueño. Los resultados fueron contundentes para la salud: el tiempo de vigilia durante la noche se redujo en un 42,4%, y el tiempo necesario para conciliar el sueño disminuyó en un 35,4%.
