La forma en que el pesebre puede afectar el Wi Fi de tu casa
La Navidad es una época de alegría, reuniones familiares y, por supuesto, de elaboradas decoraciones que transforman nuestros hogares. Sin embargo, este despliegue festivo, con sus luces centelleantes y sus brillantes adornos en el pesebre, puede convertirse en el enemigo tecnológico de la conectividad de Wi Fi de tu casa.
La ubicación del pesebre, el árbol o cualquier conjunto decorativo navideño es más importante de lo que parece, ya que muchos elementos interactúan directamente con las ondas que emite el router del Wi Fi. Es crucial tener en cuenta estos factores para evitar problemas técnicos y mantener la estabilidad de la red.
El impacto del pesebre en el Wi Fi
Una de las principales causas de interferencia en el Wi Fi es el ruido eléctrico generado por las luces LED. Las guirnaldas de luces navideñas, especialmente aquellas de menor calidad o antigüedad, pueden emitir campos electromagnéticos irregulares debido a la inestabilidad de sus controladores y circuitos. Esta emisión genera interferencias, afectando particularmente la banda de 2.4 GHz, que es la más utilizada por una gran variedad de dispositivos domésticos, incluyendo smartphones, parlantes inteligentes, cámaras de seguridad y sensores. Si notas una baja de velocidad solo cuando las luces están encendidas, esta puede ser la razón.

Además del ruido eléctrico, los adornos metálicos funcionan como verdaderas barreras físicas para la señal inalámbrica. Elementos comunes de la decoración navideña como el oropel, las esferas con acabados metálicos, las estrellas y cualquier figura brillante actúan como obstáculos que interfieren con la propagación del Wi Fi. Estos objetos metálicos tienen la capacidad de reflejar, absorber o desviar las ondas de radio emitidas por el router. El resultado puede ser la aparición de zonas sin cobertura, o la lentitud inesperada en la conexión justo en las áreas cercanas a la decoración.

El problema se agrava cuando se comete el error de "encerrar" el router entre las decoraciones. Para muchos, la estética es una prioridad y buscan ocultar el dispositivo detrás del árbol, debajo de mesas llenas de figuras o rodearlo de múltiples luces parpadeantes. Sin embargo, esta práctica dificulta enormemente que la señal Wi Fi se distribuya de forma pareja por todo el hogar, limitando la cobertura y el alcance. Según advierten los especialistas en redes, esconder el router entre adornos o decoraciones es "una receta para el desastre" en términos de rendimiento y estabilidad de la conexión.