La acción con el pollo que seguramente haces antes de cocinar pero es muy peligrosa

Existen miles y miles de técnicas que las personas utilizan para mejorar la salud. Muchos optan por seguir la corriente farmacéutica, mientras que otra tendencia apunta a informarse de una forma más natural. En ese último mundo, hay que saber sobre ciertos alimentos como el pollo que hay que tomar recaudos al cocinar.

La alimentación ayuda mucho a mejorar la salud. Hacerlo en forma diario puede mejorar notablemente la situación de los individuos proporcionándole datos y herramientas ventajosas. Si eres de ellos, debes conocer el consejo de los expertos en salud sobre la acción con el pollo que seguramente haces antes de cocinar pero es muy peligrosa.

Precaución con el pollo crudo

A pesar de ser una práctica común en muchos hogares, enjuagar el pollo crudo antes de cocinarlo es un error peligroso que puede poner en riesgo la salud. El experto en bromatología Miguel Assal ha advertido sobre esta acción, explicando que, lejos de ser útil, el agua no elimina las bacterias superficiales; por el contrario, las esparce por toda la cocina. Este simple acto convierte la pileta, las mesadas y los utensilios en focos de contaminación cruzada, invisibles a simple vista.

Las bacterias más comunes que se encuentran en el pollo crudo, como la Campylobacter, la Salmonella y la Escherichia coli, son las principales responsables de enfermedades gastrointestinales que, en algunos casos, pueden ser graves. Por esta razón, la única forma segura de eliminarlas es a través del calor. Assal enfatiza que el pollo debe cocinarse por completo, alcanzando una temperatura interna superior a los 75 grados Celsius. Cocinarlo a "medio punto" no es una opción segura, ya que las bacterias patógenas podrían sobrevivir.

Si, por costumbre o descuido, se ha lavado el pollo, es crucial tomar medidas inmediatas para desinfectar el área. El experto recomienda limpiar y desinfectar inmediatamente la pileta, las tablas de cortar, los cuchillos y cualquier superficie que haya estado en contacto con el agua salpicada. Para esto, sugiere utilizar un producto desinfectante como la lavandina concentrada, que es efectiva para neutralizar tanto las bacterias como los olores