Increíble pero real: esta es la función oculta del agujerito de los candados
-pw0l9qTAmpfTAuEwI4Gul.min.jpg)
Hay detalles en los objetos cotidianos que pasan desapercibidos, pero que esconden funciones esenciales. Un pequeño orificio en un candado, por ejemplo, puede decir mucho más sobre su diseño e historia de lo que imaginamos.
¿Cuál es la función oculta de los costados?
Aunque pueda parecer solo un detalle estético, el pequeño orificio que se encuentra en la parte inferior de muchos candados cumple funciones esenciales para su correcto funcionamiento y durabilidad. Su principal propósito es actuar como drenaje: al estar expuestos a la intemperie, los candados acumulan humedad o agua de lluvia, y este agujerito permite que el líquido salga, evitando la oxidación de sus componentes internos.
Además, tiene un rol clave en el mantenimiento, ya que permite aplicar lubricantes directamente al mecanismo, lo que ayuda a conservar su movilidad y prolongar su vida útil. En algunos modelos, incluso sirve como vía de acceso para llaves especiales en situaciones de emergencia.
Para asegurar su buen estado, se recomienda lubricar el candado regularmente, evitar dejarlo al aire libre innecesariamente y secarlo bien si se moja. Aunque su historia se remonta a más de 4.000 años, los candados siguen siendo una herramienta esencial para la seguridad de puertas, vehículos, herramientas y equipaje en todo el mundo.
¿Cómo evitar que mis candados se oxiden?
Para evitar que los candados se oxiden, es fundamental mantener una rutina de cuidado que incluya la lubricación regular con productos específicos para cerraduras o aceites ligeros, como el WD-40. Esta lubricación forma una barrera que protege las partes metálicas del contacto con el oxígeno y la humedad, principales responsables del óxido.
Además, es importante almacenar los candados en lugares secos y frescos, y, si están expuestos al aire libre, limpiarlos y volver a lubricarlos con mayor frecuencia, especialmente si han estado en contacto con agua salada o ambientes húmedos. Algunos modelos también cuentan con tratamientos químicos como el cromado o niquelado, que les brindan una protección extra contra la corrosión.