El periodo de tiempo que debes esperar para reiniciar tu teléfono, según expertos en tecnología
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Con la evolución constante de la tecnología, el teléfono celular se ha vuelto una parte esencial en la vida cotidiana. Sin embargo, su uso intensivo también ha abierto nuevas puertas a delitos virtuales, como las estafas digitales, que han ido en aumento en los últimos años. Por esta razón, la Agencia de Seguridad de Estados Unidos emitió una recomendación clave que muchas personas suelen pasar por alto: reiniciar el celular.
¿Cada cuánto se debe reiniciar el celular?
Esta sugerencia forma parte de una serie de pautas incluidas en el informe sobre “Mejores Prácticas en Dispositivos Móviles”, donde se señala que este simple hábito puede contribuir a bloquear posibles accesos indebidos y reducir la exposición a ataques cibernéticos, reiniciando tu celular una vez por semana. Aunque no representa una solución total, es una medida que interrumpe el flujo de datos entre el dispositivo y quienes intentan acceder sin autorización, dificultando así sus intentos de estafa.
Reiniciar el celular semanalmente permite cortar conexiones potencialmente peligrosas y refuerza la seguridad digital personal. Además de esta práctica, también se recomienda adoptar otros hábitos para proteger la privacidad: usar contraseñas únicas y seguras, mantener el software actualizado, revisar los permisos que se otorgan a las aplicaciones, y activar funciones como GPS o Bluetooth solo cuando sea necesario. Ser cuidadosos con la información que compartimos y cómo navegamos también puede marcar una gran diferencia en la prevención de fraudes.
¿Cómo detectar una ciberestafa?
Detectar una ciberestafa requiere prestar atención a ciertos indicios que suelen pasar desapercibidos si no se está alerta. Entre los más comunes están los mensajes o correos con errores ortográficos, solicitudes de datos personales, enlaces sospechosos o un tono de urgencia que busca presionarte para actuar rápidamente. También es importante desconfiar de ofertas que suenan demasiado buenas para ser reales y verificar siempre la fuente antes de proporcionar cualquier información.
Los correos electrónicos fraudulentos suelen incluir archivos adjuntos maliciosos, pedidos de información inusual o links que dirigen a sitios web falsos. Estos sitios, además, pueden presentar URLs extrañas, carecer de seguridad (como el candado en la barra del navegador) o tener un diseño descuidado. Otros indicios incluyen la ausencia de información legal, la aparición de ventanas emergentes sospechosas y la falta de condiciones de uso claras.
Ante la sospecha de una estafa digital, lo más recomendable es no interactuar con el contenido, no hacer clic en enlaces ni abrir archivos adjuntos. Verificar la autenticidad directamente con la entidad que supuestamente emitió el mensaje y denunciar el hecho a las autoridades puede ayudarte a prevenir daños mayores y contribuir a que otros no caigan en la trampa.