El mineral que le faltará a tu cuerpo si haces ejercicio en exceso, según profesional de la salud
La doctora Isabel Viña, experta en suplementación, metabolismo y hormonas, lanzó una advertencia a través de redes sociales que generó gran impacto entre deportistas y personas físicamente activas: el exceso de ejercicio, especialmente el cardiovascular prolongado, puede provocar una deficiencia significativa de hierro.
¿Cuál es el mineral que perdemos al ejercitarnos?
Esta carencia no solo afecta la salud general, sino también el rendimiento físico, ya que el hierro es fundamental para la correcta oxigenación de los músculos. Cuando los niveles de este mineral bajan, los músculos reciben menos oxígeno, lo que incrementa la sensación de fatiga y disminuye la capacidad de esfuerzo. Según explica la doctora, el cuerpo pierde hierro de forma natural por medio del sudor y las heces, pero estas pérdidas se intensifican con entrenamientos exigentes.

La práctica deportiva intensa puede generar microtraumatismos en el sistema digestivo, provocando pérdidas intestinales adicionales de hierro. Asimismo, el sudor excesivo también contribuye a la eliminación de este mineral esencial para la producción de hemoglobina. Por ello, personas que entrenan regularmente, como corredores, ciclistas o triatletas, deben vigilar sus niveles de hierro en sangre, especialmente si experimentan fatiga constante, dificultad para recuperar energías o menor rendimiento.
Viña aconseja realizar análisis clínicos periódicos y, si es necesario, modificar la alimentación o incorporar suplementos. En ese sentido, recomienda el hierro bisglicinato, una forma que mejora la absorción intestinal y es mejor tolerada por el sistema digestivo, evitando efectos adversos como el estreñimiento.
¿Por qué es importante tomar suplementos?
El uso de suplementos alimenticios puede ser útil para mantener o mejorar la salud, especialmente cuando la dieta no aporta todos los nutrientes necesarios. Estos productos ayudan a cubrir carencias nutricionales, favorecen funciones corporales como la salud ósea o el desarrollo fetal, y pueden ofrecer beneficios adicionales como mejorar el rendimiento físico o apoyar la salud cardiovascular y cerebral.

Son especialmente importantes en etapas o situaciones específicas, como el embarazo, la lactancia, la infancia, la vejez o en dietas restrictivas. Sin embargo, es esencial recordar que los suplementos no sustituyen una alimentación equilibrada y deben ser utilizados con precaución, ya que un consumo excesivo puede causar efectos adversos. Por ello, es fundamental contar con la orientación de un profesional de la salud antes de incorporarlos a la rutina diaria.