El elemento que tienes en tu casa, afecta la señal de Wi Fi y ni siquiera lo sabías
En la búsqueda constante de una conexión Wi Fi más rápida y estable, solemos culpar al proveedor de internet, a la distancia del router o incluso a los muros de nuestra casa. Sin embargo, los expertos en tecnología señalan a un culpable silencioso y omnipresente que afecta gravemente la calidad de la señal.
Lejos de ser un simple accesorio decorativo, este objeto cotidiano es un obstáculo significativo para las ondas de radio de tu conexión inalámbrica de Wi Fi. Su impacto en la dispersión de la señal es una de las razones menos conocidas de la baja velocidad.
El elemento que afecta al Wi Fi
La razón de este sabotaje se encuentra en la composición misma del espejo. Detrás del cristal, estos objetos incluyen una capa posterior de metal, que generalmente está compuesta de plata, aluminio o cromo. Este recubrimiento metálico no solo sirve para crear el reflejo visual, sino que también resulta altamente reflectante frente a las ondas de radio que utiliza el Wi Fi. Cuando la señal inalámbrica impacta en esta superficie, su naturaleza metálica la obliga a rebotar en lugar de permitirle atravesar, provocando un indeseado fenómeno de dispersión y reflexión.

El efecto negativo que produce un espejo en la red Wi Fi se manifiesta de dos maneras principales que comprometen la calidad de la conexión. En primer lugar, el material metálico de la capa posterior bloquea directamente la señal que intenta alcanzar los dispositivos situados en sus proximidades o, peor aún, aquellos que se encuentran justo detrás de él. Es decir, actúa como una pantalla física opaca para las ondas. Este bloqueo reduce drásticamente el alcance efectivo y la potencia de la señal en determinadas áreas del hogar.

El segundo modo en que el espejo interfiere al Wi Fi es aún más complejo: al reflejar las ondas, provoca un fenómeno conocido como multirruta o interferencia destructiva. La señal reflejada por el espejo choca y se cruza con la señal original que aún está viajando. Este cruce de ondas desfasadas confunde tanto al router como a los dispositivos conectados, ya que ambos se ven obligados a procesar más datos para discernir cuál es la señal útil y cuál es el reflejo. Esto incrementa el trabajo del equipo y, como resultado directo, se reduce la velocidad de navegación percibida por el usuario.