Cortarse el cabello siguiendo las fases de la Luna es una costumbre ancestral que sigue vigente debido a la creencia de que el satélite terrestre influye en el crecimiento, la fortaleza y la salud capilar. Quienes deseen un cambio de imagen o busquen fortalecer su melena pueden elegir el momento más propicio de acuerdo con el calendario lunar.

¿Cuándo cortarse el cabello?

Se cree que, al igual que la Luna incide en fenómenos naturales como las mareas o los cultivos, también ejerce cierto efecto sobre el cuerpo humano. En la fase de luna creciente, el corte de cabello favorece un crecimiento más rápido; durante la luna llena, se considera ideal para cortes que busquen volumen y fuerza.

En cuarto menguante, es la fase recomendada para quienes deseen que el pelo crezca más lento o conservar un estilo por más tiempo. Mientras que en luna nueva no se aconseja cortar, siendo esta etapa más adecuada para tratamientos de desintoxicación capilar.

En agosto de 2025, el cuarto creciente, fase más elegida para fortalecer y revitalizar el cabello dañado, tendrá su punto máximo el 2 de agosto. Por el contrario, la luna llena (9 de agosto) y la luna nueva (23 de agosto) no son recomendadas para cortes de pelo. Aquellos que busquen un crecimiento más pausado encontrarán en el cuarto menguante del 16 de agosto el momento ideal para lograrlo

¿Cómo lograr que me crezca el cabello?

Para estimular el crecimiento del cabello es fundamental mantener una dieta equilibrada rica en vitaminas y minerales, así como cuidar el cuero cabelludo con masajes y productos adecuados, y minimizar el daño causado por el calor. Una alimentación que incluya proteínas como carnes, pescados, huevos y lácteos, junto con vitaminas A, C, E, biotina y minerales como zinc, hierro y omega-3, contribuye a fortalecer el cabello desde la raíz.

En caso de que la dieta no sea suficiente, se pueden incorporar suplementos de vitaminas y minerales, siempre bajo supervisión médica. El cuidado del cuero cabelludo también juega un papel clave: masajearlo suavemente cada día ayuda a estimular la circulación sanguínea, mientras que el uso de champús y acondicionadores suaves con ingredientes como biotina o cafeína favorece la salud capilar. Es recomendable enjuagar con agua fría o tibia para sellar la cutícula y reducir la rotura.

Para prevenir daños, es importante aplicar protector térmico antes de usar secadores, planchas o rizadores, y cepillar el cabello con suavidad, comenzando por las puntas. Cortar las puntas cada dos o tres meses ayuda a eliminar las puntas abiertas y mantener el cabello saludable.

En cuanto a tratamientos, el minoxidil es una opción tópica que puede estimular el crecimiento, especialmente en casos de pérdida de cabello hereditaria. También existen otros tratamientos y suplementos que pueden recomendarse tras la consulta con un dermatólogo. Finalmente, mantener hábitos saludables es esencial: beber suficiente agua mantiene el cabello hidratado desde el interior, controlar el estrés evita su caída, y no dormir con el cabello mojado previene la rotura y el debilitamiento de la fibra capilar.