Las cortinas son cosa del pasado: la nueva tendencia en decoración de ventanas
En el mundo de la decoración, las cortinas y los visillos han sido durante siglos elementos decorativos y funcionales indiscutibles. Sin embargo, una nueva tendencia está desafiando esta convención, declarando abiertamente la guerra al tejido innecesario en las ventanas.
Lo que para muchos es un imprescindible que aporta calidez, para esta corriente es un estorbo visual que resta limpieza estética al espacio. Se rechaza categóricamente el uso de persianas, cortinas o cualquier tela colgante como una cortina, argumentando que hacen que la casa parezca intrínsecamente más desordenada y cargada de decoración.
Adiós a las cortinas
Uno de los principales argumentos en contra de las cortinas tradicionales es su complicado y constante mantenimiento. Los tejidos textiles no solo acumulan polvo y alérgenos con facilidad, sino que su limpieza regular es percibida como una tarea tediosa y que requiere demasiado tiempo. Además, en entornos de alta humedad o durante los meses de invierno, las cortinas son propensas a humedecerse y a llenarse de moho. Esta perspectiva sugiere que es mejor no tener nada antes que estar pendiente de limpiar, planchar o cambiar los elementos textiles de las ventanas con frecuencia.

Frente a la renuncia a las telas de las cortinas, esta nueva tendencia propone adoptar soluciones más simples, minimalistas y menos invasivas que cumplen la misma función de privacidad. La alternativa principal es el uso de vinilos translúcidos que se adhieren directamente al cristal. Estos materiales tienen la capacidad de dejar pasar la luz natural, manteniendo la luminosidad del espacio, pero impidiendo completamente la visión desde el exterior. También se consideran las láminas adhesivas de privacidad, que son fáciles de instalar, económicas y no requieren mantenimiento textil.

La belleza de esta solución reside en que no se percibe como una carencia o una renuncia, sino como una mejora estética sustancial. Para los adeptos a esta filosofía, cada tejido, pliegue o rizo de las cortinas es considerado ruido visual. Al eliminar las cortinas, las líneas de las ventanas quedan despejadas, lo que magnifica la sensación de orden, amplitud y limpieza arquitectónica en la habitación. Este enfoque resuena con los principios del diseño minimalista, donde solo se permite aquello que es puramente funcional o esencial.