La tendencia de decoración que te aliviará: limpiar es cosa del pasado
A nadie le agrada limpiar todos los sectores de la casa. Muchos lo hacen por sus propios medios y quienes pueden contratar a una trabajadora para que realice esta tarea día a día. Sin embargo, una filosofía de decoración parece tener la excusa perfecta y la solución para este dolor de cabeza habitual.
En un mundo saturado de imágenes impecables de hogares minimalistas en las redes sociales, surge una nueva y refrescante tendencia en el diseño de interiores: la de los entornos vividos. Esta filosofía, lejos de la obsesión por el orden y la perfección, celebra la vida real, las historias personales y los objetos que dan sentido a nuestro espacio. En lugar de esconder el pasado, esta nueva visión de la decoración nos invita a no limpiar y exhibir nuestras huellas.
Adiós a limpiar la casa
La interiorista Elisa Iglesias, una de las promotoras de esta idea, comenta: "Intento crear entornos vividos, pero todo depende del cliente; a veces, prefieren algo muy despersonalizado". Esta observación resalta el contraste entre lo que se nos muestra como ideal y lo que realmente puede hacernos felices. Mientras que las revistas de diseño a menudo presentan espacios tan inmaculados que parecen irreales, la decoración más auténtica y acogedora es aquella que muestra signos de uso y afecto sin limpiarlos.
Para Iglesias, es vital que las casas reflejen la personalidad de sus dueños, aunque reconoce que no es una meta fácil de alcanzar en la actualidad. "La tendencia hoy en día es 'limpiar' el pasado", dice, refiriéndose a la popularidad de estilos que se deshacen de todo lo que no es estrictamente funcional. Esta limpieza, sin embargo, a menudo resulta en espacios fríos y genéricos que carecen de calidez y carácter.
Frente a esta uniformidad, la interiorista tiene un consejo claro: "Siempre recomiendo dejar huellas de quienes somos". Estas "huellas" pueden ser cualquier cosa: una colección de vinilos, una estantería llena de libros leídos y releídos, o incluso pequeños recuerdos de viajes. Estos elementos que no hay que limpiar son los que transforman un simple espacio en un verdadero hogar, un lugar que nos pertenece y que cuenta nuestra historia.
