La lámpara en la mesita de luz no va más: la nueva tendencia en decoración
Durante décadas, la lámpara en la mesita de luz fue un pilar indiscutible en la decoración de cualquier dormitorio. Era el accesorio estándar para proporcionar luz de lectura y crear un ambiente cálido antes de dormir. Sin embargo, en el diseño de interiores actual, esta tradición está quedando obsoleta, cediendo su lugar a una solución mucho más práctica, estética y moderna.
Esta ubicación estratégica los convierte en una fuente de luz mucho más eficiente que la tradicional lámpara de mesa. Proporcionan una iluminación focalizada y dirigida, perfecta para la lectura nocturna sin molestar a quien duerme al lado.
Adiós a la lámpara en la mesita de luz
Una de las ventajas más valoradas de esta nueva tendencia por encima de las lámparas es la liberación de espacio. Las mesitas de noche, especialmente en dormitorios pequeños, suelen ser limitadas. Al eliminar la base de una lámpara de mesa, ese preciado espacio queda libre para colocar libros, el celular, o simplemente para mantener la superficie despejada. Esta ganancia funcional contribuye enormemente a la sensación de orden y amplitud dentro del ambiente.
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Desde una perspectiva de diseño, el uso de apliques de pared ayuda a que la composición del cabecero se vea más ligera y ordenada. Las lámparas de mesa pueden verse como un elemento voluminoso que interrumpe la línea visual, mientras que un aplique bien elegido se integra como una pieza de arte funcional. Existen infinidad de diseños, desde brazos articulados minimalistas hasta estructuras fijas con pantallas escultóricas, permitiendo personalizar el estilo de la habitación con elegancia.

Además, la iluminación con apliques permite jugar con la altura y la dirección de la luz de una manera que las lámparas de mesa no pueden igualar. Muchos modelos modernos vienen con brazos ajustables o cabezales pivotantes. Esto significa que puedes dirigir el haz de luz exactamente donde lo necesitas, optimizando la luz para la tarea o la lectura. Esta flexibilidad mejora la ergonomía y la comodidad, adaptándose a las necesidades específicas de cada usuario.