El color de sofá que nunca debes elegir, según expertos en decoración
La creatividad y la decoración se han unido para revolucionar nuestros espacios. Los nuevos diseños que existen para elegir en el interior de la casa. Existen ciertos elementos que pueden mejorar el estilo del living y dejar de caer en feas prácticas con el color del sofá. Ahora, hay nuevas tendencias que marcan esto al respecto.
Usar un sofá de cualquier color está mal, pero ahora solucionado gracias a la unión de la decoración y la innovación. La última tendencia en diseño de exteriores ofrece alternativas elegantes y funcionales. Los expertos marcaron tendencias a la que hay que sumarse sin lugar a dudas.
La decoración del sofá
A la hora de decorar un salón, la elección del sofá es crucial, y cuando el espacio es limitado, ciertos colores pueden ser un verdadero error. La experta en decoración Laura Lapetina lo deja claro: "Cuando diseñamos un salón pequeño, descartamos de entrada los sofás en negro o marrón oscuro. No es una manía, es que, sencillamente, no funcionan bien en espacios reducidos por varias razones importantes". Si buscas ampliar visualmente tu ambiente y llenarlo de luz, un sofá oscuro es lo último que necesitas.

Uno de los principales motivos es cómo los colores oscuros absorben la luz, tanto la natural como la artificial. "Esto hace que el ambiente se vea más apagado, incluso lúgubre, y da la sensación de que las paredes están más cerca de lo que están", explica Lapetina. En un salón pequeño, el objetivo de decoración es precisamente el contrario: lograr que todo se sienta más abierto, aireado y luminoso. Optar por tonos claros potenciará la sensación de amplitud que tanto se anhela en estos espacios.

Además, un sofá en negro o marrón oscuro puede convertirse en un bloque visual demasiado pesado. "En lugar de integrarse con el espacio, lo domina, roba protagonismo a todo lo demás y rompe el equilibrio visual", advierte la experta. Si el resto de tu mobiliario es claro o presenta acabados naturales, un sofá oscuro creará un contraste excesivamente agresivo que restará armonía al conjunto. La clave en la decoración está en buscar piezas que fluyan con el entorno, no que lo abrumen.