3 tips para una decoración navideña en casa con estilo nórdico
La Navidad es sinónimo de calidez y celebración, pero no tiene por qué estar reñida con la sobriedad y la elegancia. El estilo nórdico, conocido por su funcionalidad y su profunda conexión con la naturaleza, ofrece una alternativa estilizada y serena a la decoración tradicionalmente recargada de las casas.
Adoptar este look escandinavo en el hogar implica un cambio de enfoque: menos brillo y más autenticidad. Los tres pilares de esta estética son la naturalidad de los elementos, la extensión de la decoración a toda la casa y la priorización de materiales orgánicos y táctiles para la Navidad.
3 tipos de decoración navideña nórdica
El corazón de la decoración navideña es, sin duda, el árbol, pero el estilo nórdico exige una aproximación distinta. La interiorista Cristina Gromé recomienda dejar a un lado las bolas brillantes y los adornos excesivamente recargados. La clave es la sencillez, apostando por adornos de madera sin tratar, figuras de fieltro o elementos textiles, como lazos de lino o cuerda rústica. La idea central es evitar el exceso y apostar por materiales naturales que aporten ese toque orgánico tan característico del diseño escandinavo. Ramas secas, piñas o elementos recogidos del bosque son perfectos para crear un ambiente auténtico.
En los países nórdicos, el espíritu festivo de Navidad no se limita al rincón del árbol, sino que se extiende de manera sutil a toda la casa. La decoración abarca también las paredes y los textiles, integrando la celebración como parte de la vida cotidiana invernal. Los renos, por ser el símbolo por excelencia del invierno escandinavo, se cuelan en estampados discretos de cojines, plaids o incluso cortinas. También pueden aparecer en forma de figuras de madera geométricas o talladas que adornan repisas o se cuelgan directamente en la pared. Esta estrategia permite dar un aire festivo y coherente sin saturar los espacios, manteniendo esa armonía visual tan típica del norte.
La esencia misma del estilo nórdico se encuentra en la selección de materiales naturales y táctiles. La madera es la base de toda decoración escandinava, y su presencia debe ser constante, incluso en Navidad. La madera, ya sea en el mobiliario o en los adornos, aporta una calidez inigualable. Para complementar, se recomienda la combinación con otros elementos como mimbre, lino o cerámica artesanal, todos ellos materiales con textura que dan una sensación de calidez personal.
