Si no realizas este hábito con los frutos secos, podrías tener un problema de salud
Aunque a primera vista los frutos secos parezcan un snack listo para consumir, la realidad es que podrían albergar residuos y compuestos que afectan tu salud. Hay un hábito simple pero fundamental para eliminar cuestiones riesgosas asociadas a este tipo de alimentación.
Incorporar este hábito a tu rutina es sencillo y no requiere de mucho esfuerzo. Luego, puedes consumir los frutos secos directamente, tostarlos ligeramente para recuperar su textura crujiente, o incluso usarlos en la preparación de recetas como leches vegetales o mantequillas caseras.
Lavar los frutos secos
Más allá de la limpieza superficial, el lavado de los frutos secos es crucial para reducir los “antinutrientes”. Hablamos de compuestos como los fitatos y oxalatos, que se encuentran de forma natural en muchos vegetales y, en este caso, en las cáscaras de algunos frutos secos. Estos compuestos son conocidos por dificultar la absorción de minerales esenciales como el hierro, el calcio y el magnesio. Por ello, si consumes frutos secos regularmente sin lavarlos, podrías estar limitando la capacidad de tu cuerpo para absorber estos minerales vitales.

Si bien un simple lavado es beneficioso, el remojo prolongado es la mejor estrategia para neutralizar los antinutrientes. Este método no solo reduce los fitatos y oxalatos, sino que también despierta la actividad enzimática de los frutos secos. Al hidratarse, las semillas activan procesos biológicos que las hacen más fáciles de digerir y mejoran la asimilación de sus componentes esenciales. Para una activación óptima, se recomienda remojar los frutos secos durante varias horas, e incluso toda la noche, antes de consumirlos.

El remojo, además de reducir los antinutrientes, inicia una transformación en el fruto seco. Las enzimas latentes se activan, convirtiendo los almidones complejos en azúcares más simples y las proteínas en aminoácidos. Este proceso imita lo que sucedería si la semilla germinara, y como resultado, el fruto seco se vuelve mucho más amigable para el sistema digestivo. Si alguna vez has sentido pesadez después de comer frutos secos, el remojo podría ser la solución a ese malestar.