Qué sucede si colocas agua oxigenada en el jardín, según expertos en jardinería

El cuidado del césped es una tarea que a menudo implica buscar soluciones innovadoras para mantenerlo vigoroso y libre de problemas. Una de estas prácticas que ha ganado popularidad es la aplicación de agua oxigenada (conocida también como peróxido de hidrógeno), un compuesto que, utilizado correctamente, puede ofrecer múltiples beneficios para la salud general de este sector del jardín.
Jardinería: conoce los beneficios de arrojar agua oxigenada en el césped del jardín
Expertos en jardinería explican que uno de los principales aportes del agua oxigenada al césped radica en su capacidad para mejorar la salud de las raíces y prevenir su asfixia. En suelos compactados o con deficiente drenaje, las raíces pueden sufrir por falta de oxígeno. Al aplicar peróxido de hidrógeno, este se descompone y libera oxígeno adicional en el suelo, lo que crea un ambiente más propicio para el desarrollo radicular.
Además de su función oxigenante, el agua oxigenada posee una potente acción desinfectante y antimicrobiana. Su capacidad oxidante le permite liberar radicales libres que atacan y combaten microorganismos perjudiciales como hongos y bacterias que pueden causar enfermedades en el césped. Esto la convierte en una herramienta útil para prevenir y controlar ciertas afecciones fúngicas que a menudo debilitan y dañan el pasto, ayudando a mantenerlo libre de patógenos.
Por otro lado, los expertos en jardinería indican que otro beneficio clave es la promoción de un crecimiento más fuerte y saludable. Al mejorar la oxigenación del suelo, el agua oxigenada facilita una mejor absorción de nutrientes por parte de las raíces. Esta optimización en la asimilación de los elementos esenciales se traduce en un césped con un crecimiento más vigoroso, hojas más verdes y una mayor densidad. Contribuye así a un aspecto general más lustroso y resistente a factores externos.
Es fundamental destacar que, para aprovechar estos beneficios sin causar daños, el agua oxigenada debe utilizarse siempre con moderación y adecuadamente diluida. Una concentración excesiva podría resultar contraproducente y quemar el césped.