Pocos lo saben: por qué tienes que rociar vinagre en los faros del auto
El vinagre, un ingrediente común en la cocina, es ampliamente reconocido en el ámbito de la limpieza doméstica por sus potentes propiedades desinfectantes y desengrasantes. Esta cualidad ácida y natural lo convierte en un aliado eficaz para diversos trucos caseros, incluyendo el mantenimiento y cuidado del auto, particularmente en el área de los faros.
La práctica de rociar o aplicar vinagre sobre las cubiertas de los faros de un vehículo está directamente relacionada con la necesidad de eliminar la opacidad y el amarillamiento que se acumulan con el tiempo.

Los faros modernos suelen estar fabricados con policarbonato, un plástico resistente que, al exponerse constantemente a los rayos UV, la polución y la suciedad del camino, tiende a oxidarse y volverse turbio. Esta degradación no es solo un problema estético; reduce drásticamente la capacidad de iluminación, comprometiendo la seguridad vial.
¿Cómo quitar la suciedad de los faros del auto con vinagre?
El proceso para devolver la transparencia a los faros con este método casero implica una preparación simple y una aplicación cuidadosa. Generalmente, se sugiere utilizar vinagre destilado, y en ocasiones, potenciar su efecto combinándolo con bicarbonato de sodio para crear una pasta limpiadora.
A continuación, el procedimiento infalible:
- Calentar una taza de vinagre ligeramente (sin llevar a ebullición) puede mejorar su eficacia. Alternativamente, mezclar dos partes de vinagre con una de bicarbonato de sodio produce una pasta espesa.
- Es fundamental limpiar los faros de cualquier suciedad superficial antes de la aplicación.
- Humedecer un paño de microfibra en la solución de vinagre o utilizar la pasta y frotar la superficie del faro con movimientos circulares durante varios minutos (típicamente entre tres y cinco) para permitir que el ácido actúe sobre el policarbonato.
- Finalmente, enjuagar el faro con agua limpia para eliminar cualquier residuo de la mezcla y secarlo completamente con un paño suave.

Es crucial tomar precauciones, evitando que el vinagre entre en contacto prolongado con la pintura del vehículo, ya que su acidez podría, potencialmente, dañar el acabado. De esta forma, los faros del auto quedarán impecables, sin rastros de suciedad.