La inteligencia superior no se define únicamente por conocimientos matemáticos avanzados ni por el uso de un lenguaje complicado. En realidad, se trata de una capacidad mental que se mide a través del coeficiente intelectual (CI), y que se considera elevada cuando se sitúa por encima de los valores normales. Sin embargo, más allá de los resultados obtenidos en pruebas específicas, hay ciertos hábitos y rasgos de comportamiento que, según distintos estudios científicos, suelen estar presentes en quienes poseen una inteligencia notable.

¿Qué hábitos tienen las personas muy inteligentes?

Uno de los más llamativos es la capacidad de escuchar activamente. Lejos de dominar las conversaciones o buscar protagonismo, las personas con alto CI suelen preferir observar y escuchar atentamente antes de intervenir. Según una investigación publicada en el Journal of Personality and Social Psychology, esta disposición no es pasiva, sino estratégica: les permite comprender con mayor profundidad a su entorno y responder con precisión, adaptándose a cada interlocutor.

Este enfoque no solo enriquece la interacción, sino que también les da herramientas para detectar fortalezas y debilidades en los demás, facilitando vínculos más auténticos y constructivos. Otro hábito característico, de acuerdo con los científicos Norman Li (Singapore Management University) y Satoshi Kanazawa (London School of Economics), es la inclinación hacia la soledad. Las personas altamente inteligentes suelen evitar las multitudes y optan por espacios tranquilos donde puedan estar a solas. Esta preferencia va más allá de una simple introversión: responde a la necesidad de proteger su energía mental, reducir distracciones y potenciar la concentración.

El entorno también juega un papel importante. Aunque el orden suele asociarse con la productividad, muchas personas con inteligencia superior encuentran en el desorden una fuente de creatividad. Espacios caóticos, lejos de resultar un obstáculo, se convierten en escenarios propicios para la innovación. Allí es donde surgen sus mejores ideas, gracias a la libertad que ese aparente caos les ofrece.

¿Cómo aumentar la inteligencia?

Aumentar la inteligencia no depende solo de predisposición genética, sino también de hábitos y prácticas que estimulan el cerebro de forma activa. De acuerdo con GQ México, uno de los caminos más efectivos para potenciar las capacidades cognitivas es aprender cosas nuevas de manera constante, resolver problemas que impliquen análisis lógico, y realizar actividades que representen un verdadero desafío mental, como los rompecabezas, crucigramas o juegos de palabras.

Estas actividades fomentan el desarrollo de nuevas conexiones neuronales, lo que mejora la concentración, la memoria y la flexibilidad mental. Involucrarse en experiencias como aprender un idioma, tocar un instrumento musical o estudiar temas fuera de la rutina diaria contribuye significativamente a fortalecer la mente.