No es el microondas: conoce el electrodoméstico preferido por las cucarachas
Mantener una cocina impecable es una de las mayores prioridades en los hogares, no solo por estética, sino por salud. Sin embargo, un reciente informe ha puesto bajo la lupa a un electrodoméstico que casi todos tenemos y usamos a diario, revelando que es el escondite predilecto de las cucarachas.
¿Cuál es el electrodoméstico predilecto por las cucarachas?
Aunque solemos pensar que las migajas en la tostadora o la grasa en el microondas son los principales focos de atracción, la realidad biológica de estos insectos apunta hacia otro lado. Las cucarachas buscan tres condiciones fundamentales para sobrevivir y reproducirse: oscuridad, calor y, sobre todo, humedad.
Las cafeteras, especialmente las automáticas o de cápsulas, ofrecen el ecosistema perfecto. Al generar calor interno para calentar el agua y mantener depósitos con humedad constante, se convierten en una mansión de lujo para estas plagas.

A diferencia de un horno que alcanza temperaturas letales para los insectos, la cafetera mantiene un calor residual moderado que resulta ideal para la incubación de huevecillos. Además, muchas personas olvidan vaciar el depósito de agua o limpiar la bandeja de goteo todas las noches, dejando una fuente de hidratación permanente. Si a esto le sumamos los restos de café (que sirven de alimento) y los rincones oscuros detrás de la maquinaria, el resultado es un foco de infestación difícil de detectar a simple vista.

Ante esto, se recomienda no dejar agua estancada en el depósito de la cafetera durante la noche; realizar una limpieza profunda desmontando las piezas lavables al menos una vez por semana; y también escoger una ubicación estratégica para este electrodoméstico, evitando colocar el artefacto pegado a la pared, ya que allí la humedad ambiental es mayor.
Recuerda que la prevención es la mejor herramienta para mantener a las cucarachas lejos de nuestras bebidas matutinas. Una limpieza consciente y frecuente de estos pequeños electrodomésticos puede marcar la diferencia entre una cocina saludable y una zona de riesgo sanitario.