Ni canela ni café: el ingrediente que potenciará el crecimiento de las plantas y las mantendrá vigorosas los 365 días del año
En el mundo de la jardinería, si bien la canela y el café son ingredientes que potencian el crecimiento de las plantas, existe otro que potencia considerablemente el desarrollo de los ejemplares: las cáscaras de huevo.
Jardinería: cómo usar cáscaras de huevo para beneficiar a las plantas
Este desecho de cocina es una fuente excepcionalmente rica en calcio, un mineral fundamental que cumple múltiples funciones vitales en el desarrollo de las plantas, tales como fortalecer las raíces, mejorar la resistencia de los tallos y asegurar una correcta formación de flores y frutos.

El método es accesible para cualquiera y se basa en una práctica ancestral de aprovechamiento de residuos orgánicos para enriquecer la tierra. Para preparar este potente abono casero, el proceso es simple y consta de tres pasos:
- Es fundamental guardar las cáscaras de huevo después de cocinar y enjuagarlas ligeramente para eliminar cualquier resto de clara o yema. Esto previene malos olores y evita la atracción de insectos indeseados. Dejar que se sequen al sol facilita el siguiente paso.
- Una vez secas, las cáscaras deben molerse hasta obtener un polvo lo más fino posible. Esto se puede lograr con la ayuda de un mortero, una licuadora o una procesadora. Cuanto más fino sea el polvo, más rápido liberará el calcio y otros nutrientes esenciales en el sustrato.
- El fertilizante se puede aplicar de dos maneras. La primera es mezclar el polvo directamente con la tierra alrededor de las raíces de las macetas o canteros. La segunda opción, más sutil, consiste en crear una infusión dejando reposar el polvo en agua durante una noche y utilizar ese líquido para el riego. Esta infusión permite una absorción más rápida y es ideal para plantas que necesitan un impulso inmediato.

Este truco de jardinería se debe poner en práctica una vez cada dos semanas, ajustando la frecuencia según el estado y la especie de la planta. Utilizar cáscaras de huevo no solo mejora la calidad del suelo y estimula el crecimiento constante, sino que también ayuda a prevenir enfermedades como la pudrición apical, común en cultivos como el tomate y el pimiento, causada por la falta de calcio.