Mantén la respiración antes de saber qué significa que una persona mueva las manos en exceso al hablar, según la psicología

La comunicación humana va mucho más allá del lenguaje verbal. La forma en que nos movemos, la expresión de nuestro rostro y, especialmente, el movimiento de nuestras manos, transmiten una vasta cantidad de información. Según la psicología, los gestos con las manos no son un simple hábito o un accesorio de la conversación, sino una herramienta poderosa que revela mucho sobre nuestra mente y nuestras emociones.

¿Qué significa mover las manos al hablar?

Los expertos en comunicación no verbal sugieren que mover las manos al hablar cumple varias funciones cognitivas. Por un lado, facilita la organización del pensamiento y ayuda a procesar la información de manera más fluida. Los gestos, de alguna manera, actúan como un apoyo visual que no solo beneficia al interlocutor en la comprensión del mensaje, sino que también ayuda a la propia persona a ordenar sus ideas y expresarlas con mayor claridad.

Además de su función organizativa, los gestos son un reflejo directo de la intensidad emocional. Mover las manos puede ser un signo de entusiasmo, de pasión por un tema, o de la necesidad de enfatizar un punto importante. Es un rasgo que se observa con frecuencia en personas extrovertidas y en aquellos que buscan conectar o captar la atención de su audiencia.

Sin embargo, según la psicología, no todo es positivo: en algunas situaciones, un exceso de movimiento puede interpretarse como nerviosismo, impaciencia o un intento de liberar energía interna. Por lo tanto, también debemos considerar el contexto de la charla.

Desde una perspectiva de la percepción, los gestos abiertos y visibles con las manos a menudo se asocian con la honestidad y la credibilidad. Al no ocultar las manos, se genera un sentimiento de transparencia. No obstante, el significado de estos movimientos es altamente dependiente del contexto cultural y la situación. Lo que en una cultura se considera un gesto normal, en otra podría ser una señal de falta de control o ansiedad.