Lo que debes hacer con tu romero en julio para que crezca frondoso en primavera, según expertos en jardinería
El romero es una de las plantas aromáticas más apreciadas, no solo por su fragancia y sus usos culinarios, sino también por sus propiedades beneficiosas. Sin embargo, lograr que un ejemplar crezca espléndido, lleno de hojas nuevas y vigoroso, requiere de ciertos cuidados específicos. En este marco, expertos en jardinería recomiendan tener en consideración estos trucos para el mes de julio.
Jardinería: cómo cuidar una planta de romero en julio
Uno de los pilares para un romero radiante es la iluminación adecuada. Esta planta es amante del sol y necesita recibir una gran cantidad de luz directa para prosperar. Ubicarla en un lugar donde reciba al menos seis horas de sol directo al día es fundamental.
Si está en maceta, lo ideal es colocarla en un sitio donde pueda captar la mayor cantidad de luz solar posible, incluso girándola ocasionalmente para que todas sus partes reciban luz. La falta de sol puede resultar en un crecimiento débil y hojas menos aromáticas.

El riego es otro factor crítico, y con el romero, la clave es la moderación. Esta planta prefiere suelos secos y bien drenados, ya que el exceso de humedad en las raíces es su principal enemigo y puede llevar a la pudrición. Se recomienda regar el ejemplar solo cuando el sustrato esté completamente seco al tacto.

Por otro lado, la poda cumple un rol preponderante. Esta no solo mantiene la forma de la planta, sino que estimula la ramificación y previene que el romero se vuelva leñoso y escaso en la parte inferior. Se aconseja podarlo después de la floración, cortando las ramas jóvenes y los extremos de los tallos. Esto promueve un crecimiento más compacto y una producción continua de nuevas hojas, haciendo que la especie se vea más frondosa y saludable. Además, se pueden retirar las flores marchitas para redirigir la energía de la planta hacia el desarrollo de follaje.