Lo agarras todos los días, casi todo el tiempo, pero está plagado de bacterias
E lteléfono se ha convertido en una extensión de nuestra mano, un dispositivo que agarramos y manipulamos todos los días, casi todo el tiempo. Lo llevamos al trabajo, al baño, a la mesa y a la cama. Sin embargo, esta cercanía constante tiene un costo invisible para nuestra higiene y salud: las bacterias.
La pantalla y la superficie de nuestro teléfono móvil son, sin saberlo, un caldo de cultivo ideal para una amplia variedad de bacterias y otros microorganismos. Estos patógenos se transfieren constantemente desde nuestras manos, el ambiente y las incontables superficies donde apoyamos el dispositivo a lo largo del día.
Bacterias sobre el teléfono
Si alguna vez te has preguntado cuán sucio puede estar tu teléfono, las investigaciones científicas ofrecen una respuesta sorprendente y, francamente, preocupante. Diversos estudios han señalado que un celular promedio puede llegar a ser hasta 10 veces más sucio que el teclado de una computadora de escritorio. Reportes provenientes de instituciones serias, como la Universidad de Barcelona, han cuantificado esta amenaza, llegando a encontrar la escalofriante cifra de hasta 600 bacterias diferentes colonizando una sola pantalla. Esta densidad de microorganismos lo convierte en uno de los objetos más contaminados que manipulamos a diario.
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Entre la multitud de bacterias que pueden residir en la superficie del móvil, algunos son de especial preocupación para la salud humana. Uno de los patógenos más comunes detectados es el Staphylococcus aureus, una bacteria asociada con infecciones graves como la neumonía, la septicemia y la endocarditis. Según una investigación realizada por la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), esta bacteria fue la más frecuentemente detectada en los teléfonos, especialmente en los del personal de salud, alcanzando un notable 38.7% de los casos analizados.
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La lista de bacterias indeseables no termina con el Staphylococcus aureus. Otro huésped frecuente y problemático es la Escherichia coli, mejor conocida por su capacidad de causar infecciones gastrointestinales y diarrea. Aunque su prevalencia puede ser menor, el mismo estudio de la UAZ señala que puede encontrarse en hasta un 1.9% de los teléfonos, lo cual subraya el riesgo de la transferencia de patógenos fecales. Asimismo, la Klebsiella pneumoniae, vinculada a infecciones respiratorias y urinarias, también puede colonizar los dispositivos, representando un riesgo significativo, sobre todo en entornos de alta exposición bacteriana.