Las 5 conductas que deberás tomar en un baño público para cuidar tu salud

Siempre está el riesgo de contagiarse una enfermedad en estos lugares
Las 5 conductas que deberás tomar en un baño público para cuidar tu salud
Salud Foto: Canva
viernes, 30 de mayo de 2025

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Existen miles y miles de técnicas que las personas utilizan para mejorar la salud. Muchos optan por seguir la corriente farmacéutica, mientras que otra tendencia apunta a informarse de una forma más natural. En ese último mundo, hay que saber sobre ciertas precauciones para evitar contagiarse una enfermedad en un baño público.

Estas conductas ayudan mucho a mejorar la salud. Hacerlo en forma diario puede mejorar notablemente la situación de los individuos proporcionándole datos y herramientas ventajosas. Si eres de ellos, debes conocer el consejo de los expertos en salud sobre las 5 conductas que deberás tomar en un baño público para cuidar tu salud.

La salud en el baño público

Al elegir un inodoro, busca siempre aquel que tenga la tapa baja. Es una señal muy probable de que ese cubículo acaba de ser limpiado, ya que son pocas las personas que se toman el tiempo de bajar la tapa después de usarlo. Una vez elegido, limpia la tabla del inodoro con una toallita desinfectante. Las toallitas hidroalcohólicas, con un 70% de alcohol, son las más efectivas, superando con creces la acción desinfectante del papel higiénico para la salud.

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Cuando uses el papel higiénico, no utilices el primer pedazo que sobresale del dispensador. Esa porción ya estuvo expuesta a los virus y bacterias del ambiente del baño. Es mucho más seguro para la salud desecharlo y usar el siguiente tramo. Además, un paso fundamental para evitar la dispersión de gérmenes es cerrar la tapa antes de tirar la cadena. Esto previene que las microgotas cargadas de bacterias se dispersen por el aire. Si quieres evitar el contacto directo, puedes usar un trozo de papel higiénico para bajar la palanca.

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Finalmente, tras lavarte las manos concienzudamente con agua y jabón, llega el momento de salir. Evita tocar directamente la manija de la puerta. Siempre que sea posible, abre la puerta usando el codo, el pie o incluso un pedazo de papel limpio. Estas precauciones de salud, aunque parezcan mínimas, te ayudarán a mantener tu salud y evitar la propagación de gérmenes en espacios públicos.

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