El limón, además de ser una fruta muy consumida en la cocina, también se ha ganado un lugar destacado en el ámbito de la limpieza del hogar. Uno de los usos más recomendados es rociar los picaportes de las puertas con una mezcla de agua y jugo de limón.

¿Por qué colocar jugo de limón en el picaporte?

Esta práctica se basa en las propiedades antibacterianas y desodorizantes del ácido cítrico presente en el limón, que permite eliminar gérmenes y malos olores de manera eficaz. Como superficie de contacto constante, los picaportes tienden a acumular bacterias, por lo que su desinfección frecuente es clave para mantener un entorno más saludable.

Además, el aroma cítrico aporta una sensación de frescura natural en toda la casa. Para potenciar sus efectos, puede combinarse con bicarbonato de sodio y agua caliente, aplicándose con un paño suave o una esponja.

Tras la aplicación, se recomienda pasar un trapo húmedo para retirar residuos. Aunque a menudo se pasan por alto, los picaportes deben limpiarse con regularidad, idealmente a diario o varias veces por semana, especialmente en hogares con niños o personas con sistemas inmunes sensibles. Esta alternativa ecológica y accesible resulta una gran aliada para reforzar la higiene del hogar sin recurrir a productos químicos agresivos.

¿Cómo quitar la oxidación de un picaporte?

Eliminar la oxidación de un picaporte es posible con productos caseros y métodos sencillos. Una de las formas más efectivas es utilizar una mezcla de bicarbonato de sodio con vinagre blanco. Al combinar estos ingredientes, se forma una pasta que puede aplicarse directamente sobre el picaporte oxidado. Tras dejarla actuar durante unos 30 minutos, se recomienda frotar la superficie con un cepillo de dientes viejo o una esponja, y luego enjuagar con un paño húmedo y secar bien.

Para óxidos más persistentes en tu picaporte, puede recurrirse con precaución a lana de acero fina o papel de lija muy suave. En este caso, es importante frotar con cuidado para no dañar el metal, y luego aplicar una pequeña cantidad de aceite, como aceite de cocina o lubricante tipo WD-40, para restaurar el brillo y prevenir futuras oxidaciones. Independientemente del método elegido, es fundamental secar bien el picaporte después de limpiarlo y, si se desea una protección extra, aplicar una capa ligera de cera para metales o aceite vegetal.