En tiempos donde la sequía y la necesidad de ahorro de agua obligan a repensar los jardines, algunas especies se destacan no solo por su resistencia, sino también por su impacto visual. Existe una planta de origen mexicano que, aunque muchos aún no la conocen, combina color, facilidad de cuidado y una increíble adaptabilidad. Ideal para quienes están comenzando en el mundo de la jardinería o desean una opción de bajo mantenimiento, esta joya vegetal es mucho más que una cara bonita

¿Cuál es la planta que llena de vida cualquier jardín?

La Tradescantia pallida, también conocida como amor de hombre o purpurina, es una planta ornamental poco conocida pero ideal para quienes buscan especies resistentes a la sequía y de bajo mantenimiento. Originaria de México, se distingue por sus vibrantes hojas moradas con bordes rosáceos, que se vuelven aún más intensos cuando reciben buena luz.

Es una planta versátil que puede crecer tanto en interiores como exteriores, adaptándose a diversas condiciones de iluminación, y alcanzando entre 20 y 40 cm de altura. Una de sus principales ventajas es su resistencia: necesita riegos moderados y solo cuando la capa superficial del sustrato esté seca, lo que la hace perfecta para climas áridos o para quienes desean reducir el consumo de agua.

En verano se recomienda regarla un par de veces por semana, mientras que en invierno basta con una. También responde bien a abonos quincenales durante su etapa de crecimiento, y florece con pequeñas flores rosadas o púrpuras que, aunque efímeras, suman valor estético.

Además, es muy fácil de reproducir mediante esquejes, lo que permite multiplicarla sin complicaciones. Por todo esto, la Tradescantia pallida resulta una excelente elección tanto para jardineros con experiencia como para principiantes, ofreciendo belleza, resistencia y simplicidad en un solo ejemplar.

¿Qué flores sobreviven al invierno?

Muchas flores tienen la capacidad de resistir el invierno, siempre que las condiciones climáticas no sean extremas y se adapten al entorno regional. Entre las más destacadas por su resistencia al frío se encuentran especies como el ciclamen, los pensamientos, las caléndulas, los crisantemos y la flor de Pascua.

El ciclamen es conocido por florecer en los meses fríos y por su amplia gama de colores, mientras que los pensamientos también ofrecen gran variedad cromática y soportan muy bien las bajas temperaturas, lo que los hace ideales para jardines y macetas. La caléndula puede tolerar heladas leves y florecer incluso en invierno, sobre todo si se encuentra en lugares soleados. Los crisantemos, por su parte, son sumamente resistentes y muy populares para adornar exteriores.

La flor de Pascua, típica de la Navidad, también puede sobrevivir el invierno si se protege adecuadamente. Otras opciones como el narciso, el cabello de doncella (coreopsis) y el brezo (calluna) también son alternativas viables: necesitan algunos cuidados específicos, pero pueden embellecer el jardín incluso en los meses más fríos.