La pequeña planta ornamental que cambia de color en invierno y no exige cuidados de jardinería

Para quienes se inician en el mundo de la jardinería y buscan opciones que embellezcan sus espacios sin exigir grandes esfuerzos, existen variedades de plantas que ofrecen un espectáculo visual durante los meses fríos con un mantenimiento mínimo. Son ideales para aportar vida y color a jardines y balcones justo cuando otras especies pierden su atractivo.
En este sentido, profesionales del rubro recomiendan acudir al bambú sagrado, un ejemplar que aporta a la decoración del hogar y no exige cuidados de jardinería, por lo que es fundamental para principiantes. A continuación, todos los detalles de esta hermosa planta.
Bambú sagrado, el ejemplar que debes tener en casa si no tienes tiempo
Expertos indican que el bambú sagrado es una planta con dos especies destacadas: la Nandina Fire Power y la Nandina Domestica. Ambas son reconocidas por su resistencia y su capacidad de transformar sus hojas en intensos tonos rojos o naranjas durante el otoño y el invierno. Este cambio de color no solo añade un interés visual notable al paisaje, sino que también las convierte en ejemplares muy valorados por su adaptabilidad y su fácil cuidado.
La Nandina Domestica presenta una interesante metamorfosis cromática a lo largo del año: nacen con tonos rojizos o rosados en primavera, se tornan verdes durante el verano y, al llegar el otoño y el invierno, adquieren un profundo y vibrante color rojo. Además de su follaje decorativo, esta variedad produce pequeñas flores blancas en verano, seguidas de atractivos frutos rojos que persisten durante toda la estación fría, embelleciendo aún más el jardín.
Por otro lado, la Nandina Fire Power es una versión enana, ideal para espacios más reducidos, ya que rara vez supera los 60 centímetros de altura. Se distingue por su follaje compacto y vibrante, que se transforma en un fuego de tonalidades rojas durante el otoño y el invierno. Esta especie generalmente no produce flores ni frutos, lo que la convierte en un arbusto ornamental de mantenimiento aún más bajo, sin el riesgo de una propagación invasiva, ideal para macetas o pequeños parterres.
En cuanto a sus requerimientos de cuidado, ambas variedades prosperan en suelos bien drenados, ricos en materia orgánica y ligeramente ácidos. Necesitan un riego moderado pero regular, asegurándose de que el sustrato no se sature de agua. Respecto a la luz, prefieren la exposición a pleno sol o semisombra.