El avance de la tecnología ha transformado radicalmente el panorama educativo, modificando los métodos tradicionales de enseñanza y aprendizaje. La aparición de nuevas herramientas digitales ha abierto caminos que no solo complementan, sino que incluso en algunos casos reemplazan los enfoques clásicos.

¿Cuál es la materia que deberían dar en las escuelas de Perú?

Una de las metodologías más prometedoras en este contexto es la robótica educativa, la cual integra múltiples disciplinas a través del modelo STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y se ha consolidado como un recurso eficaz para estimular el pensamiento lógico y computacional en los estudiantes desde edades tempranas. Pese a los beneficios ampliamente documentados en investigaciones internacionales, esta asignatura continúa teniendo una presencia marginal en el currículo académico de la mayoría de los centros escolares en España.

Su potencial para hacer a los niños más inteligentes es indiscutible. Mediante la construcción y programación de robots, los alumnos desarrollan habilidades clave como el análisis, la resolución de problemas, la toma de decisiones y la adaptabilidad ante contextos cambiantes.

Estas capacidades no solo son útiles en el entorno educativo, sino que también resultan esenciales en la vida diaria y profesional, especialmente en un mundo donde la automatización y la tecnología ocupan un rol cada vez más dominante.

Para potenciar de forma significativa la inteligencia de los niños y adolescentes peruanos, las escuelas deberían incorporar de manera formal y transversal la robótica educativa como asignatura. Este enfoque, enmarcado dentro del modelo STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), permite desarrollar habilidades cognitivas complejas desde edades tempranas, como el pensamiento lógico, la resolución de problemas, la creatividad y la toma de decisiones.

¿Por qué es importante la robótica educativa?

A través de la construcción y programación de robots, los estudiantes no solo adquieren conocimientos técnicos, sino que también fortalecen capacidades fundamentales para el siglo XXI: pensamiento crítico, colaboración, perseverancia y adaptación a entornos cambiantes. Diversos estudios internacionales han demostrado que la robótica en el aula mejora el rendimiento en matemáticas, la comprensión tecnológica y la confianza en el uso de herramientas digitales.

En un país como Perú, donde la transformación digital es una necesidad urgente para cerrar brechas educativas y laborales, incluir la robótica como parte del currículo escolar no es un lujo, sino una estrategia formativa esencial. Además, prepara a los jóvenes para enfrentar los desafíos de un mercado laboral cada vez más automatizado.

En este último se requieren perfiles con habilidades técnicas, digitales y de resolución de problemas. Por ello, implementar la robótica educativa en las escuelas peruanas no solo impulsaría la inteligencia de los estudiantes, sino que los convertiría en protagonistas activos del futuro tecnológico del país.