Jardinería: qué diferencia existe entre una maceta de plástico y una de barro y cuál es la indicada para cada planta

Las macetas son cruciales en el crecimiento de las plantas. Por este motivo, debemos saber con precisión qué tipo de recipiente escoger. En este sentido, los más populares son los de plástico y los de cerámica o barro. A continuación te diremos cuál debes elegir dependiendo del ejemplar que tengas y cuáles serán sus ventajas.

Esta es la maceta ideal para tus plantas.

En el mundo de la jardinería, existe la creencia popular de que las macetas de cerámica o son inherentemente superiores a las de plástico. Sin embargo, la elección del material del recipiente depende, en gran medida, del tipo de planta que se va a cultivar y de sus necesidades específicas de riego.

La principal diferencia entre estos dos materiales radica en su porosidad. Las macetas de cerámica o barro son porosas, lo que les permite respirar. Esta característica facilita la evaporación del exceso de humedad del sustrato, lo cual es ideal para plantas que no toleran el encharcamiento, como los cactus y las suculentas.

Para estas especies, la capacidad de la cerámica para secar la tierra rápidamente previene la pudrición de las raíces, uno de los problemas más comunes en su cuidado. No obstante, esta misma porosidad implica que estas macetas requieren riegos más frecuentes.

Por otro lado, las macetas de plástico son no porosas, lo que significa que retienen la humedad en el sustrato por mucho más tiempo. Esta cualidad las convierte en la opción perfecta para plantas que necesitan un ambiente consistentemente húmedo, como las tropicales.

Las plantas tropicales se benefician enormemente de este tipo de maceta, ya que su capacidad para conservar el agua reduce la frecuencia de los riegos, facilitando su mantenimiento y asegurando que las raíces permanezcan hidratadas. Además, el plástico es un material más ligero y duradero que la cerámica, lo que lo hace ideal para plantas grandes o para aquellos que necesitan mover sus macetas con regularidad.