Limpiar las hornallas de la cocina puede volverse una tarea tediosa, especialmente cuando se utilizan productos químicos costosos. Sin embargo, existe un truco casero muy efectivo, económico y al alcance de cualquiera: la combinación de vinagre blanco y sal. Esta mezcla ha ganado popularidad gracias a su capacidad para remover grasa adherida y residuos quemados difíciles de eliminar.

¿Cómo limpiar las hornallas?

El vinagre actúa como un potente desengrasante natural por su acidez, mientras que la sal, con su textura abrasiva, ayuda a desprender la suciedad incrustada sin dañar las superficies. Además de ser una alternativa accesible, este método es ecológico y libre de compuestos tóxicos, lo que lo convierte en una opción segura para el hogar.

Aplicarlo es sencillo: se mezcla sal y vinagre en partes iguales, se esparce sobre las hornallas con una esponja o trapo, se deja actuar unos minutos, y luego se frota y enjuaga con agua tibia. Si las manchas persisten, se puede repetir el proceso. También existen otras combinaciones naturales útiles, como limón con sal gruesa, bicarbonato con agua caliente, o la clásica mezcla de vinagre con bicarbonato, todas igual de eficaces para desengrasar sin dañar ni contaminar.

¿Por qué cuesta sacar la suciedad de la cocina?

La cocina es una de las zonas del hogar que más suciedad acumula, debido a la constante exposición a grasa, restos de comida, polvo, humedad y calor. Estos factores hacen que la suciedad se adhiera con facilidad a las superficies, complicando su limpieza. Elementos como el horno, la estufa o el fregadero están en contacto diario con agentes que ensucian, y si no se limpian a tiempo, las manchas pueden volverse persistentes.

Para evitar que esto ocurra, es clave limpiar los derrames de inmediato, mantener una rutina de higiene semanal y realizar limpiezas profundas al menos una vez al mes. Además, contar con productos adecuados, desde limpiadores naturales como el vinagre o el bicarbonato hasta productos específicos para cada superficie, puede marcar la diferencia. Una cocina bien organizada también ayuda a reducir la acumulación de polvo y facilita las tareas de limpieza.