Entrena el cerebro con este ejercicio de 25 minutos por día
La conexión entre el ejercicio físico y la salud cerebral es un campo de investigación cada vez más prolífico, con estudios que revelan cómo la actividad corporal puede ser una herramienta poderosa para mejorar las funciones cognitivas. Recientemente, una investigación colaborativa en Argentina ha arrojado luz sobre la efectividad de una rutina de ejercicio sorprendentemente breve.
Un estudio reveló un hallazgo fascinante: hacer tan solo 25 minutos de este tipo de ejercicio mejora notablemente la memoria espacial. Este tipo de memoria es fundamental, ya que se encarga de registrar información sobre el entorno y la ubicación de los objetos dentro de él, siendo esencial para nuestra navegación diaria.
El ejercicio para el cerebro
Para llegar a esta conclusión, los investigadores diseñaron un riguroso experimento y publicaron sus resultados en la prestigiosa revista iScience. El equipo creó un nuevo test de memoria utilizando un entorno de realidad virtual, lo que permitió evaluar la memoria espacial de manera precisa y controlada. La prueba consistió en pedir a 98 voluntarios y voluntarias, con edades comprendidas entre los 18 y 35 años, que recordaran la ubicación precisa de dos banderas dentro de un complejo paisaje virtual. Una vez completada la tarea inicial de memorización, los participantes procedieron a realizar 25 minutos de ejercicio en una bicicleta fija, constituyendo la intervención clave del estudio.

Los resultados fueron reveladores, particularmente en un subgrupo de participantes. Los investigadores descubrieron que las personas sedentarias se vieron especialmente beneficiadas a la hora de recordar la posición exacta de las banderas tras el ejercicio. Daniela Ramírez Butavand, una de las autoras del estudio, explicó este fenómeno. Según su explicación, es probable que ese breve lapso de actividad física haya beneficiado específicamente el proceso de consolidación de la memoria espacial que se estaba formando en ese momento. Es importante destacar que este efecto beneficioso del ejercicio no se encontró cuando la actividad física se realizó antes de la evocación de la memoria, sugiriendo un momento óptimo para la intervención.

Este hallazgo subraya la idea de que no se requiere de un ejercicio exhaustivo o prolongado para cosechar beneficios cognitivos significativos. El director del trabajo e investigador del Conicet, Pedro Bekinschtein, destacó la simplicidad y la potencia del descubrimiento. “Nuestro trabajo muestra que un único período de ejercicio muy simple es beneficioso para una memoria que se acaba de adquirir”, señaló Bekinschtein. Esto significa que integrar periodos cortos de ejercicio en momentos estratégicos podría ser la clave para reforzar el aprendizaje y la retención de información nueva.