El truco de limpieza con 2 ingredientes para la mampara del baño

La mampara de la ducha es una de las superficies más difíciles de mantener relucientes en el baño. Con el uso diario, los restos de jabón, los aceites corporales y, sobre todo, las manchas de cal, se adhieren con tenacidad, haciendo que su aspecto se deteriore rápidamente. Para hacer la limpieza, no es necesario recurrir a costosos productos químicos o a horas de frotado intenso.

Existe un truco simple y efectivo de limpieza que utiliza solo dos ingredientes que probablemente ya tengas en casa. Esta poderosa combinación es la clave para devolverle el brillo a tu mampara.

Limpiar la mampara del baño

El bicarbonato de sodio es un ingrediente versátil que no solo limpia a profundidad, sino que también desinfecta. Si tu mampara ya tiene manchas de cal endurecidas que parecen imposibles de quitar, este es el ingrediente principal que necesitas. La clave está en preparar una pasta con él. Solo debes mezclar unos 30 gramos de bicarbonato de sodio con 62 mililitros de vinagre blanco de limpieza. Esta mezcla crea una reacción efervescente que ayuda a desprender las manchas más difíciles, atacando el problema desde la raíz.

Una vez que tengas la mezcla lista, el proceso de limpieza es sencillo. Con un paño o una esponja humedecida, aplica la pasta sobre las zonas de la mampara que estén más afectadas por las manchas de cal. Es importante que la cubras bien para que la mezcla pueda actuar de manera efectiva. Deja que la solución repose durante unos cinco minutos para que el bicarbonato y el vinagre hagan su magia. Luego, utiliza un cepillo de limpieza para frotar las áreas con más fuerza. Después de frotar, rocía vinagre blanco directamente sobre la mampara y déjalo actuar por unos diez minutos más.

Mientras trabajas en la superficie principal, no olvides los detalles que marcan la diferencia. El carril de las mamparas de ducha correderas suele ser un foco de acumulación de suciedad y moho. Para limpiarlo de manera efectiva, un cepillo de dientes es la herramienta ideal. Gracias a su tamaño, se introduce con facilidad en el riel y permite cepillar a fondo, eliminando restos de jabón, aceites o cal que se hayan acumulado. Solo recuerda marcar este cepillo para que no se confunda con los de uso personal, especialmente si hay niños en casa.