El truco de la abuela para quitar el olor a sudor de la ropa sin gastar dinero

El olor a sudor o transpiración en las prendas representa una de las peores sensaciones que una persona puede experimentar. Incluso, este aroma no se quita fácilmente con lavados. En consecuencia, acudiremos al truco de la abuela para quitar el mal olor y dejar la ropa como recién compradas.

¿Cómo quitar el olor a sudor de las prendas?

Especialistas sostienen que existe un truco casero, económico y muy efectivo que utiliza solo dos ingredientes comunes de cocina: bicarbonato de sodio y vinagre blanco. Esta poderosa combinación trabaja de forma sinérgica para limpiar las prendas a fondo. El vinagre blanco es conocido por sus propiedades desodorizantes y desinfectantes, mientras que el bicarbonato de sodio es un excelente neutralizador de olores y un suave abrasivo que ayuda a levantar la suciedad.

Juntos, no solo eliminan el olor a sudor y otros aromas indeseados, sino que también contribuyen a suavizar los tejidos, reducir la aparición de pelusas e incluso pueden ayudar a quitar manchas difíciles en casi cualquier tipo de ropa. Su acción coordinada ataca el problema desde múltiples frentes, dejando las prendas frescas y con un aroma neutro.

Para este truco debemos buscar un recipiente de vidrio, idealmente con capacidad para al menos un litro. Verter en 2 tazas de agua y añadir 1 cucharada de bicarbonato de sodio. Mezclar bien hasta que el bicarbonato se disuelva por completo. Incorporar 1 cucharada de vinagre blanco.

Dejar que la efervescencia baje y los ingredientes se integren completamente. Una vez lista, verter la mezcla en un atomizador o pulverizador para facilitar su aplicación. Con la mezcla en el atomizador, es momento de aplicarla directamente sobre las zonas afectadas de la ropa. Girar la prenda para acceder a la parte interna, que es donde el sudor suele impregnarse más profundamente.

Rociar la mezcla generosamente en la zona de las axilas de la ropa, que es el foco principal del olor a sudor. Asegúrate de que la tela quede bien humedecida con la solución. Después de rociar, lavarla como lo haces habitualmente, siguiendo las instrucciones de cuidado del tejido. Puedes lavarla a mano o en lavadora con tu detergente regular.