El truco de jardinería infalible para tener un árbol de palta en poco tiempo
Para muchos amantes de la jardinería, el sueño de cultivar un árbol de paltas en casa se ve opacado por la larga espera. Una planta de este tipo que crece a partir de una semilla puede tardar hasta una década en producir sus primeros frutos, una paciencia que no todos están dispuestos a tener, por lo que deciden directamente comprar el superalimento en una tienda y no cosecharlo en su huerto.
Sin embargo, existe un método respaldado por expertos para acelerar este proceso y disfrutar de una cosecha abundante en mucho menos tiempo: el injerto. A continuación, te revelaremos todo sobre este truco de jardinería.
Cómo tener un árbol de palta en poco tiempo
El injerto es una técnica de propagación que consiste en combinar un fragmento (yema o ramita) de un árbol adulto que ya produce frutos de buena calidad con el tallo de un plantín joven que ha crecido a partir de una semilla. Al unir estas dos partes, la planta joven hereda las características de producción del árbol maduro, lo que le permite comenzar a dar frutos de manera significativamente más rápida, a menudo en tan solo dos a cinco años.

Esta técnica no solo acelera la cosecha, sino que también ofrece una serie de beneficios adicionales que fortalecen el árbol de palta. Al injertar una rama de una planta resistente, el nuevo árbol adquiere una mayor resistencia a enfermedades y plagas.
Además, esta práctica ayuda a garantizar que la calidad y el sabor de las paltas sean consistentes y de alto nivel, a diferencia de los frutos de un árbol cultivado de semilla, que son genéticamente impredecibles y pueden no ser comestibles.

Para tener éxito con este método, los especialistas aconsejan adquirir un plantín ya injertado en un vivero de confianza. Una vez que lo tengamos, es crucial plantarlo en primavera, asegurándose de que el lugar reciba entre seis y ocho horas de luz solar directa al día. El suelo debe ser fértil y, sobre todo, tener un excelente drenaje para evitar el encharcamiento, que es un gran enemigo de las raíces de la palta. Con riegos moderados y protección contra vientos fuertes y heladas, podremos disfrutar del oro verde casero en un plazo mucho más corto de lo que se podría imaginar.