El truco de especialistas para guardar una palta recién cortada y que no se oxide

Sumergir la palta en agua fría con el carozo ayuda a conservarla verde por más tiempo.
El truco de especialistas para guardar una palta recién cortada y que no se oxide
El jugo de limón es un antioxidante natural que retrasa el oscurecimiento de la palta abierta. Foto: Canva
miércoles, 09 de julio de 2025

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La palta, con su textura cremosa y sabor suave, se ha convertido en un ingrediente infaltable en desayunos, ensaladas y tostadas. Sin embargo, al abrirla y no consumirla por completo, surge el problema de su rápida oxidación, un proceso natural que cambia su color a marrón. Este cambio no significa que la fruta esté en mal estado, sino que su pulpa reaccionó al contacto con el oxígeno. Afortunadamente, existen trucos sencillos que ayudan a conservarla fresca por más tiempo.


¿Cómo evitar que la palta se oxide?


Antes de pensar en cómo guardarla, es importante saber elegirla. La palta ideal debe estar madura pero firme; si al presionarla suavemente con los dedos cede un poco, está lista para consumir. Si está demasiado blanda, no solo se desarma fácilmente, sino que también se oxida con mayor rapidez. Uno de los métodos más efectivos para conservarla una vez abierta es sumergirla en agua fría, con la parte cortada hacia abajo y, si es posible, con el carozo intacto.


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Luego se guarda en la heladera, lo que retrasa el contacto con el oxígeno. Otro truco clásico es aplicar unas gotas de jugo de limón sobre la superficie expuesta: el ácido cítrico actúa como antioxidante natural.


Si no se va a usar de inmediato, otra alternativa práctica es preparar guacamole. Al mezclarla con ingredientes como cebolla, tomate y limón, se extiende su frescura. Para almacenarlo, conviene cubrirlo con film adherente en contacto directo y cerrarlo bien en un recipiente hermético. Finalmente, guardar la mitad de la palta en un tupper bien cerrado o en una bolsa con cierre hermético también funciona, sobre todo si se deja el carozo en su lugar. Mientras menos aire quede dentro, más se conserva el color y la textura de esta fruta tan versátil.


¿Qué pasa si mis frutas y verduras se oxidan?


Consumir frutas y verduras que se han oxidado no representa un riesgo para la salud, aunque sí puede afectar su valor nutricional y su sabor. La oxidación es un fenómeno natural que ocurre cuando los alimentos se exponen al oxígeno del aire. Aunque no vuelve al alimento dañino, puede provocar una disminución en la cantidad de vitaminas, especialmente la vitamina C, y antioxidantes, además de modificar su sabor y aspecto.


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Este proceso es provocado por enzimas llamadas polifenoloxidasas, presentes en muchas frutas y verduras. Al cortar o dañar el alimento, estas enzimas entran en contacto con el oxígeno, generando el característico oscurecimiento. Es un fenómeno habitual en frutas como manzanas, bananas y paltas, y también en vegetales como papas o champiñones.


Comer productos oxidados no es perjudicial, pero implica algunos cambios. En primer lugar, puede reducirse su contenido nutricional, especialmente los nutrientes sensibles al oxígeno. Además, el sabor suele deteriorarse, haciendo que el alimento resulte menos agradable al paladar. Por último, su apariencia también se ve afectada, ya que el color marrón que aparece puede dar una impresión de menor frescura o calidad.

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