El secreto de amas de casa para limpiar la bañera y dejarla reluciente en pocos minutos

Unos minutos, ingredientes caseros y el resultado habla por sí solo: limpieza práctica con efecto duradero.
El secreto de amas de casa para limpiar la bañera y dejarla reluciente en pocos minutos
Cuando lo cotidiano se combina con pequeños trucos, hasta lo más olvidado puede volver a brillar. Foto: Canva
miércoles, 30 de abril de 2025

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En la rutina de limpieza diaria, hay rincones de la casa que solemos pasar por alto hasta que empiezan a pedir atención. Uno de ellos, sin dudas, es la bañera, ese espacio donde empezamos o terminamos el día buscando un momento de calma.


¿Cómo limpiar la bañera?


Aunque pueda parecer una tarea tediosa, con un par de elementos que ya tienes en casa y unos minutos bien aprovechados, puedes devolverle a ese rincón su brillo original sin demasiado esfuerzo. A veces, lo simple también puede ser muy efectivo. Si tu bañera está opaca, con restos de jabón o manchas, no necesitas productos caros ni horas de limpieza.


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Con una mezcla casera de vinagre blanco y bicarbonato de sodio puedes dejarla reluciente en solo 10 minutos. Basta con espolvorear bicarbonato, agregar vinagre, dejar actuar, frotar con un cepillo y enjuagar con agua caliente. Si hay manchas más difíciles, puedes usar agua oxigenada o una mezcla de limón con sal gruesa. Limpiar la bañera regularmente evita la acumulación de hongos, bacterias y malos olores, y con pequeños hábitos como ventilar el baño o secar la bañera después de usarla, el brillo puede durar mucho más.


¿Por que se acumula sarro en la bañera?


La acumulación de sarro en la bañera es un fenómeno común, especialmente en zonas con agua dura, es decir, agua con altos niveles de minerales como calcio y magnesio. Cuando esta agua se calienta o se evapora, los minerales que contiene se cristalizan y se adhieren a las superficies, formando una capa sólida y resistente.


Esta incrustación se fija con mayor facilidad si no se realiza una limpieza frecuente, lo que permite que el sarro se acumule con el tiempo. Además, la calidad del agua, la frecuencia de uso de la bañera y el tipo de material con el que está hecha también influyen en la rapidez con la que se forma.


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Algunos materiales de bañeras son más propensos que otros a retener estos depósitos. En definitiva, el sarro es el resultado de un proceso natural, pero su presencia se puede minimizar con una higiene regular y, si es posible, mejorando la calidad del agua.

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