El motivo que no conocías por el cual tu perro se sacude cuando está mojado

Los especialistas vinculados al mundo de las mascotas consideran que existen diversas cuestiones a las cuales hay que prestarle especial atención para poder entenderlas. Si lo has visto en más de una ocasión, y sobre todo en el último tiempo, acá podrás develar el motivo por el que se sacude tu perro cuando está mojado.
Nos vamos a referir en particular al motivo por el que los perros se sacuden cuando están mojados. Para ser más específicos, para el caso en que esta situación sea detectada. La respuesta podrás encontrarla en esta nota, para poder analizar y tratarlo, en caso de que sea necesario y según la visión de los científicos de mascotas.
Los perros mojados
La enérgica sacudida que realiza un perro al mojarse es una conducta común y, como bien se intuye, tiene una explicación fundamentalmente práctica. Este movimiento vigoroso es el método que utilizan los peludos amigos para deshacerse del exceso de agua acumulada en su pelaje tras un paseo bajo la lluvia o un baño refrescante. La acumulación de humedad en su manto puede resultar incómoda y, lo que es más importante, comprometer su capacidad de mantener una temperatura corporal óptima.
Los perros, al igual que otros mamíferos, poseen una capa de pelo que actúa como un eficiente aislante térmico, protegiéndolos tanto del frío como de la humedad ambiental. No obstante, cuando el pelaje se empapa, gran parte de esta valiosa capacidad aislante se ve disminuida, ya que el agua queda atrapada entre los pelos y en contacto con la piel. Esta situación puede llevar a una rápida pérdida de calor corporal, lo cual representa un riesgo para su salud y bienestar.
Es aquí donde la sacudida entra en juego como un mecanismo termorregulador natural y altamente efectivo. Al realizar este movimiento rotatorio y vibratorio, los perros logran desprender una cantidad significativa de agua de su cuerpo en cuestión de segundos. Estudios han demostrado que una sola sacudida puede eliminar hasta el 70% de la humedad presente en su pelaje. Al reducir la cantidad de agua, se restaura rápidamente gran parte de la capacidad aislante de su manto, previniendo así una pérdida de calor corporal excesiva y ayudándolos a mantenerse calientes.