El lugar de casa donde debes tener una maceta con romero para atraer buena suerte
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El romero es una planta aromática muy valorada en la tradición española, especialmente en regiones como Aragón, donde históricamente se ha recolectado para tratar diversas dolencias. Sin embargo, hoy en día su recolección está regulada para proteger el entorno natural: está permitido recogerla solo si no se altera el suelo ni se usan herramientas invasivas.
¿Cuáles son los beneficios del romero?
El romero se puede cultivar fácilmente en casa, lo cual es muy recomendable por sus beneficios tanto culinarios como medicinales. Esta planta perenne, rica en antioxidantes y flavonoides, no solo aporta sabor a los guisos, sino que también mejora la función cognitiva e, incluso, según algunas creencias populares, atrae la buena suerte.
Para que el romero dure más, los expertos sugieren plantarlo en una maceta individual, en el interior del hogar y en un lugar protegido del frío y las heladas. Requiere pocas horas de sol y un suelo seco, por lo que es de bajo mantenimiento. En la cocina, se usan sus tallos, que deben cortarse durante o después de la floración y secarse inmediatamente para conservar su aroma.
Desde el punto de vista energético, muchas personas colocan la planta en la entrada de la casa para crear un ambiente equilibrado, protegerse de malas energías y atraer la fortuna. Además de sus cualidades decorativas y aromáticas, el romero ofrece beneficios para la salud. Aunque se consume en pequeñas cantidades en la cocina, aporta minerales como calcio y potasio. También actúa como diurético, ayudando a combatir la retención de líquidos, y mejora la circulación sanguínea gracias a su efecto antiplaquetario, lo que lo hace útil para personas con problemas circulatorios.
¿Cómo cuidar las plantas aromáticas?
Para mantener saludables las plantas aromáticas, es fundamental asegurarse de que reciban al menos 6 horas de sol directo al día. Si se cultivan en interiores, deben colocarse cerca de una ventana soleada. El riego debe ser moderado, permitiendo que el sustrato se seque entre riegos, ya que el exceso de agua puede causar la pudrición de las raíces.
Se recomienda usar un sustrato ligero y bien drenado, como el de cactus, para evitar el encharcamiento. Después de la floración, es ideal podarlas para promover un crecimiento más vigoroso y mejorar su apariencia al eliminar hojas y tallos secos. También es importante mantenerlas libres de malas hierbas que puedan competir por nutrientes y agua.
Además, se debe estar atento a las plagas y enfermedades, tratándolas oportunamente. Aunque no requieren mucho abono, un uso moderado de fertilizantes puede ser beneficioso. Las plantas aromáticas prefieren temperaturas moderadas y no resisten bien las heladas, por lo que en climas fríos es necesario protegerlas.