El fertilizante casero que debes aplicarle a tu limonero para que estalle de frutas en pocas semanas
Los limoneros que no producen una cosecha abundante a menudo sufren de deficiencias nutricionales. Para resolver este problema, los expertos en jardinería sugieren un potente fertilizante casero que te enseñaremos a preparar a continuación.
Jardinería: cómo estimular el crecimiento de limones en un limonero
Especialistas en el tema señalan que las algas marinas son claves para estimular el crecimiento del limonero, una fuente natural de calcio y otros micronutrientes esenciales que revitalizan el árbol y fomentan una producción de frutos más copiosa.
El calcio es vital para la salud del limonero, ya que fortalece el desarrollo celular, promueve raíces robustas y mejora los tejidos vegetales, lo que se traduce directamente en una cosecha más abundante. Las algas marinas secas no solo son ricas en calcio, sino que también contienen otros minerales como potasio, magnesio y yodo, así como hormonas vegetales que estimulan el crecimiento. Esto las convierte en un fertilizante completo y sostenible, ideal para huertos y jardines.

La preparación de este abono es un proceso de fermentación de 10 días. Se necesitan 500 gramos de algas marinas secas, que deben triturarse y colocarse en un recipiente grande con 1 litro de agua. Para potenciar el efecto, se puede agregar una cucharada de vinagre de manzana, que ayuda a liberar aún más calcio. El recipiente debe cubrirse, permitiendo la salida de gases, y guardarse en un lugar oscuro.
Durante estos 10 días, es importante agitar la mezcla cada tres días para acelerar el proceso de descomposición y asegurar que todos los minerales se distribuyan uniformemente. Una vez fermentada, la preparación debe colarse y diluirse antes de su aplicación, usando una parte del concentrado por 10 partes de agua. Este fertilizante puede ser aplicado directamente al suelo o pulverizado sobre las hojas, una vez cada dos semanas.

Además de ser una fuente rica en nutrientes, las algas marinas ofrecen otros beneficios importantes. Mejoran la estructura del suelo, aumentando su capacidad para retener agua y nutrientes. También contienen hormonas que promueven un mayor crecimiento y fortalecen la resistencia del limonero frente a plagas y enfermedades. Otra ventaja clave es que no alteran el pH del suelo, lo que las hace seguras para la mayoría de las plantas.