El abono casero preparado con un desecho de cocina que le dará vida a tu Cuna de Moisés

Con cáscaras de este vegetal podrás hacer un abono casero rico en nutrientes.
El abono casero preparado con un desecho de cocina que le dará vida a tu Cuna de Moisés
Revive tu Cuna de Moisés con este barato abono casero. Foto: iStock
jueves, 12 de junio de 2025

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A menudo desechamos las cáscaras de papa sin saber que estamos tirando un verdadero tesoro nutricional para nuestras plantas. Estos residuos de cocina, comúnmente ignorados, son en realidad una fuente rica en minerales esenciales que pueden revitalizar el crecimiento de tus ejemplares de manera sorprendente, como sucede con la Cuna de Moisés.

Cómo hacer crecer tu Cuna de Moisés con este barato abono casero

Las cáscaras de papa son una mina de nutrientes vitales para el desarrollo vegetal. Son particularmente ricas en potasio, un mineral crucial para la floración y fructificación, así como para la resistencia general de la planta. También contienen fósforo, esencial para el desarrollo de raíces fuertes y la transferencia de energía; magnesio, importante para la fotosíntesis; y una cantidad considerable de nitrógeno, fundamental para el crecimiento de hojas y tallos verdes y vigorosos.

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La combinación de estos elementos convierte a las cáscaras de papa en un fertilizante completo que promueve una salud vegetal óptima y en este caso las utilizaremos como abono casero en la Cuna de Moisés.

Para esto, el primer paso consiste en freír las cáscaras de papa. Es importante freírlas hasta que adquieran un color oscuro, casi negro. Este proceso ayuda a secarlas por completo y a concentrar sus nutrientes, además de facilitar la siguiente etapa.

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Una vez que las cáscaras fritas estén frías y crujientes, el siguiente paso es molerlas. Puedes utilizar una licuadora, un procesador de alimentos o incluso un mortero para triturarlas hasta obtener un polvo fino y homogéneo. Esta textura en polvo facilita que los nutrientes se liberen y sean absorbidos por las raíces de la planta.

Con el polvo listo, simplemente debes colocarlo alrededor de la base de la planta. Esparcir el polvo de manera uniforme sobre la tierra, asegurándote de que quede cerca de las raíces de la Cuna de Moisés. En pocos días verás cómo el ejemplar comienza a crecer de forma vigorosa.

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