Cuántas horas de sueño mínimas son las necesarias para no afectar la salud
La ciencia del sueño ha reforzado una conclusión vital: el dormir nocturno es un pilar indispensable para la salud a largo plazo. Un reciente trabajo académico, basado en una vasta recopilación de encuestas realizadas en Estados Unidos entre 2019 y 2025, ha establecido un umbral crítico de horas mínimas.
En este estudio, las horas al dormir declaradas por los participantes fueron rigurosamente comparadas con estimaciones de su expectativa de vida. El análisis demostró que dormir menos de esas horas constituye un descanso insuficiente, vinculando firmemente a quienes se ubican por debajo de este límite con una menor proyección de longevidad.
Las horas mínimas que hay que dormir
Para asegurar la solidez de sus hallazgos, los investigadores incorporaron diversas variables influyentes en el estilo de vida de los participantes. Se tomaron en cuenta aspectos como la rutina diaria, la frecuencia de la actividad física, la formación académica y la situación laboral. A pesar de considerar estos factores complejos, la relación estadística entre una baja cantidad de horas al dormir y un descenso en la esperanza de vida se mantuvo consistentemente firme. Andrew McHill, fisiólogo del sueño de la universidad, expresó su sorpresa ante la intensidad del vínculo, remarcando la importancia de dormir en el rango óptimo de siete a nueve horas para proteger la salud integral.

Los autores del estudio explicaron que, si bien su análisis no profundizó en las interacciones específicas entre el descanso, la alimentación o el movimiento corporal, las horas dormidas actúan como una señal relevante del estado general del organismo. Sostienen que el dormir es un indicador sensible y crucial de la homeostasis biológica. De hecho, incluso una sola noche de mal descanso tiene la capacidad de alterar funciones cerebrales clave y debilitar el sistema inmunológico. Estos efectos agudos podrían agravarse de manera significativa con el tiempo, especialmente en personas que ya padecen trastornos metabólicos como la obesidad o la diabetes.

Los especialistas son unánimes al remarcar la importancia de un descanso adecuado, no solo para el bienestar y el rendimiento inmediato, sino para cuidar la salud a largo plazo. Mantener las horas recomendadas para dormir, idealmente entre siete y nueve, resulta fundamental para asegurar el funcionamiento pleno del cuerpo y la mente. Priorizar el sueño evita impactos acumulativos que, con el tiempo, pueden resultar en una disminución sustancial de la longevidad y la calidad de vida. El sueño no es un lujo, sino un requisito biológico innegociable.