Conoce los 3 ingredientes que puede consumir tu perro y no es el alimento balanceado

Los especialistas vinculados al mundo de las mascotas consideran que existen diversas cuestiones a las cuales hay que prestarle especial atención para poder entenderlas. Si lo has visto en más de una ocasión, y sobre todo en el último tiempo, acá podrás develar cuáles son los alimentos que los perros pueden comer y son saludables.
Nos vamos a referir en particular al motivo por el que tu perro podría comer otra cosa que no sea alimento balanceado. Para ser más específicos, para el caso en que esta situación sea detectada en alguna de tus mascotas. La respuesta podrás encontrarla en esta nota, para poder analizar y tratarlo, en caso de que sea necesario y según la visión de los científicos de mascotas.
La comida para los perros
Los huevos son un alimento muy nutritivo para los perros. Aportan proteínas de alta calidad, esenciales para el desarrollo muscular, además de vitaminas A, D, E y K, hierro y calcio. Se pueden ofrecer cocidos o crudos, siempre en cantidades adecuadas según el peso del perro. Para razas pequeñas, los huevos de codorniz son una excelente opción. Es importante recordar que, como cualquier alimento nuevo, se debe introducir gradualmente para evitar problemas digestivos.
Las sardinas enlatadas en aceite de oliva y bajas en sodio son una excelente fuente de ácidos grasos omega-3, que favorecen la salud del pelaje, la piel y las articulaciones de los perros. También tienen efectos antiinflamatorios, ideales para perros con problemas articulares. Además, son ricas en calcio y vitamina D, lo que contribuye a la salud ósea. Al igual que con los huevos, se deben ofrecer con moderación y como complemento a su dieta habitual.
Las patas de pollo son una fuente natural de colágeno, lo que las convierte en un complemento ideal para fortalecer huesos y articulaciones de los perros. Se pueden ofrecer crudas, tras congelarlas previamente para eliminar el riesgo de bacterias, o cocidas y trituradas. El colágeno ayuda a mantener la flexibilidad y movilidad de las articulaciones, especialmente en perros mayores o con problemas articulares. Es importante asegurarse de retirar los huesos pequeños y afilados para evitar riesgos de asfixia o lesiones.