Cómo usar el potus para activar sus propiedades energéticas, según el Feng Shui
El potus es una de las plantas de interior más populares y resistentes, valorada habitualmente por su belleza y fácil mantenimiento. Sin embargo, para la filosofía milenaria del Feng Shui, el valor de esta especie trasciende lo meramente estético y se convierte en un poderoso regulador energético capaz de influir directamente en la estabilidad emocional, la fortaleza y la prosperidad de un hogar.
Feng Shui: dónde ubicar el potus en casa
El Feng Shui sostiene que no todas las plantas son adecuadas para cualquier espacio. El potus, en particular, debe ser ubicado estratégicamente para que su simbolismo protector y de crecimiento se active. Esta especie representa la fortaleza, la resiliencia y el crecimiento constante gracias a su capacidad de adaptación. Además, sus hojas colgantes y verdes son utilizadas para suavizar y dispersar la energía densa o estancada (conocida como Chi negativo). Por esta razón, dicho ejemplar funciona como un verdadero "escudo energético" que equilibra el flujo del Chi.

Para atraer la prosperidad y el bienestar sostenido (no solo la suerte momentánea), la ubicación ideal para el potus es el living o comedor. Dentro de estos ambientes, los expertos en Feng Shui recomiendan colocarlo específicamente en el rincón sudeste del hogar. Esta zona está tradicionalmente asociada a la energía de la abundancia, y la planta ayuda a fortalecer el crecimiento económico y la estabilidad a largo plazo.
Adicionalmente, el potus puede ser muy efectivo como filtro energético si se coloca cerca de la entrada principal o en los pasillos. En estos puntos, actúa como una barrera que protege el hogar de las influencias y energías externas negativas. Por el contrario, es crucial evitar colocar el ejemplar en los dormitorios, ya que su energía expansiva y de crecimiento podría interferir con el descanso y la tranquilidad necesarios para un sueño reparador.

Para que el potus actúe con la máxima eficacia, no basta con ubicarlo correctamente: su estado físico es clave. Es fundamental mantener la planta sana, con hojas de un verde intenso y bien cuidada, evitando el exceso de riego o las hojas amarillentas, ya que el deterioro físico debilita notablemente su simbolismo energético y su capacidad de protección, convirtiéndola en un elemento inerte o incluso contraproducente.