Belleza desde adentro: 3 suplementos para regenerar tu piel
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En 2025, la belleza ya no solo se encuentra en el exterior. Cada vez más mujeres apuestan por una rutina de cuidado que comienza desde adentro, enfocándose en el bienestar integral y en productos que nutren el cuerpo a nivel celular. Esto busca una piel luminosa, energía sostenida y un envejecimiento más armónico.
¿Cómo cuidar mi piel "por dentro"?
El colágeno es una proteína fundamental para mantener la estructura de la piel. A partir de los 25 años, su producción disminuye, lo que puede traducirse en pérdida de firmeza y aparición de arrugas. Tomarlo como suplemento ayuda a mejorar la elasticidad, la hidratación y a prevenir el envejecimiento prematuro. Ya sea en polvo, cápsulas o bebibles, el colágeno se ha convertido en un aliado imprescindible.
La salud intestinal está directamente relacionada con la salud de la piel. Los probióticos ayudan a equilibrar la microbiota intestinal, lo que puede reducir problemas como el acné, la inflamación y la sensibilidad cutánea. Un intestino sano favorece una piel más clara y equilibrada. Incorporarlos en tu dieta diaria puede marcar una gran diferencia en tu aspecto general.
Por último, el Omega 3-6-9, son ácidos grasos esenciales no solo mejoran la salud cardiovascular, sino que también promueven una piel suave, flexible y sin irritaciones. Ayudan a mantener la barrera cutánea, combaten la sequedad y aportan un brillo natural desde el interior. Lo ideal es optar por suplementos de alta calidad, preferentemente con certificación de pureza.
Invertir en belleza desde adentro es más que una tendencia: es una forma consciente y duradera de cuidarte. Al incorporar estos suplementos a tu rutina diaria, no solo estarás nutriendo tu piel, sino también potenciando tu bienestar general.
¿Cómo consumir colágeno de manera natural?
Para consumir colágeno de forma natural y estimular su producción en el cuerpo, es importante incluir en la dieta alimentos ricos en esta proteína, como carnes de pollo, res, cerdo o cordero, así como pescados grasos como el salmón, especialmente si se consumen partes como la piel o las espinas. El caldo de huesos es otra excelente fuente de colágeno, al igual que la gelatina elaborada con ingredientes naturales.
Además, ciertos alimentos ayudan a que el organismo produzca su propio colágeno, como las frutas cítricas, los pimientos rojos y el brócoli, gracias a su alto contenido de vitamina C. También aportan beneficios la clara de huevo, el ajo, la cebolla y frutos secos como las almendras, por su contenido en aminoácidos y antioxidantes. Para optimizar la producción de colágeno, es fundamental dormir bien, reducir el estrés, proteger la piel del sol y mantener una alimentación variada y equilibrada que incluya proteínas, vitaminas y minerales esenciales.