Aloe vera: qué beneficios ofrece esta planta para la salud y por qué es importante para el Feng Shui
El aloe vera es una planta que muchas personas tienen en casa sin conocer realmente todo lo que representa ni el sitio ideal para colocarla. Más allá de sus conocidos usos medicinales para tratar quemaduras o problemas de piel, también posee un valor energético especial que puede potenciarse según el lugar donde se ubique.
¿Qué beneficios tiene el aloe vera?
Esta planta, resistente y fácil de cuidar, no solo es decorativa, sino que también actúa como purificadora del aire, siendo capaz de eliminar compuestos tóxicos como formaldehído y benceno, presentes en pinturas y productos de limpieza, según estudios como el de la NASA Clean Air Study. Desde tiempos antiguos, en diferentes culturas se la ha considerado una planta protectora, asociada a la buena suerte, la curación y la limpieza espiritual.

Algunas creencias populares aseguran que, si el aloe vera se marchita repentinamente, podría estar absorbiendo energías negativas, aunque esto no tiene respaldo científico. Lo que sí se sabe es que su presencia genera un ambiente más relajante y saludable. Para aprovechar al máximo sus beneficios, especialistas en botánica y arquitectura ambiental recomiendan colocarla en zonas bien iluminadas, cerca de ventanas con buena entrada de luz natural, evitando el exceso de humedad y el frío.
En Feng Shui, se sugiere situarla en la entrada o en la cocina para actuar como barrera energética protectora y armonizar el flujo de energía del hogar. También es útil ubicarla cerca de electrodomésticos que puedan emitir sustancias nocivas, como microondas u hornos, para potenciar su acción purificadora.
¿Cómo cuidar un aloe vera?
Para mantener un aloe vera sano y fuerte, es importante ofrecerle luz solar indirecta brillante, un riego moderado y un suelo con buen drenaje. Aunque necesita mucha luz, no tolera la exposición directa durante las horas más calurosas, por lo que lo ideal es colocarlo cerca de una ventana con luz filtrada o, si está en el exterior, en un lugar donde reciba sol suave por la mañana o al final de la tarde. Al ser una planta suculenta, almacena agua en sus hojas y no requiere riegos frecuentes; basta con hidratarla cuando la tierra esté completamente seca, reduciendo aún más la frecuencia en invierno.

La maceta debe tener orificios de drenaje para evitar el exceso de humedad y es preferible regar en profundidad, dejando que el sustrato se seque antes de volver a hacerlo. En cuanto al suelo, el aloe vera prospera en mezclas para cactus y suculentas o en tierra enriquecida con arena, perlita o grava, lo que favorece la aireación y evita la pudrición de raíces.
Prefiere temperaturas cálidas y no soporta las heladas, mientras que su fertilización debe ser ligera, utilizando productos específicos para cactus diluidos a la mitad. Conviene vigilar la aparición de plagas como cochinillas o ácaros y tratarlas de inmediato con insecticidas adecuados para tu planta. Para mantenerlo saludable, es recomendable retirar las hojas secas o dañadas, y cuando se desee cosechar, cortar las hojas desde la base con un cuchillo limpio, aprovechando el gel para aliviar quemaduras, hidratar la piel o tratar pequeñas heridas.